bilbao. "Al perder el control del coche, la mayoría de los conductores desvía la mirada hacia la cuneta pero lo correcto es seguir mirando a la salida de la curva", explicaba ayer Nacho Pérez a los alumnos del curso Dynamic Driving Experience patrocinado por Audi mientras les preparaba para afrontar una paella de 180 grados a 80 kilómetros por hora.
Viendo derrapar a los alumnos, parecen ellos los expertos.
El curso incluye una hora de teoría y cuatro de práctica. No toman la primera curva a 80 kilómetros por hora, sino que van aumentando la velocidad a medida que se van adaptando al coche y a las condiciones de la carretera.
El agua dificulta el control del coche.
Queremos que los alumnos se acostumbren a conducir con lluvia porque es uno de los factores de riesgo en la carretera. Se trata de que los conductores aprendan a mantener la calma en situaciones de riesgo como un sobrevirage, que es cuando patinan las ruedas de atrás, o un aquaplaning.
En Bilbao ya estamos acostumbrados a conducir con la carretera mojada.
Al volante no hay que confiarse. A veces en el lugar más inesperado hay una mancha de aceite que hace patinar los neumáticos. La mayoría de los conductores no se ha enfrentado nunca a una situación extrema y, cuando ocurre, no están preparados para afrontarla.
¿Qué situaciones extremas son las más comunes en la carretera?
En este curso recreamos tres momentos de riesgo: un derrape en una paella de 180 grados, un cambio rápido de carril y una frenada brusca.
¿A qué velocidad toman la paella
Este tipo de curvas se deberían tomar a 65 kilómetros por hora pero en este caso lo hacemos casi a 80. Es una velocidad elevada que hace que el coche derrape, pero con los sistemas de seguridad que llevan incorporados hoy en día y siguiendo unas pautas de comportamiento muy sencillas, la situación se puede controlar.
¿Qué debo hacer si al tomar una curva se me va el coche de atrás
En los coches modernos no hace falta ni hacer un contravolante, simplemente con dirigir las ruedas hacia la carretera, y si la velocidad no es demasiado elevada, el vehículo recupera su posición natural. En los coches más antiguos sí hay que realizar un contravolante, pero en ambos casos hay que mantener siempre la vista fija en la salida de la curva.
La mayoría de conductores no mantienen la vista fija en la carretera.
Cuando pierdes el control del vehículo, lo normal es mirar a la cuneta y entonces es cuando acabas empotrado contra el guardarraíl. La vista condiciona mucho nuestro comportamiento al volante.
No es fácil mantener la calma en una situación así.
Eso es lo que los alumnos deben aprender. En este curso se enfrentan a más de treinta situaciones de peligro porque cada circuito lo repiten diez veces. Poco a poco van acostumbrándose a que el coche derrape y así, cuando les ocurra en la carretera, estarán preparados para reaccionar correctamente.
¿Qué se puede hacer para evitar el aquaplaning?
Lo más importante es llevar los neumáticos bien revisados para que el dibujo retire el agua y, en la medida de lo posible, evitar las balsas de agua que disminuyen la adherencia al asfalto.
Al encontrarse con un obstáculo, ¿se debe frenar a fondo?
En los coches que tienen ABS hay que frenar a tope y no soltar el freno hasta que el coche se haya detenido. Muchos alumnos fallan en este punto y sueltan el pie del freno porque en los coches sin ABS se bloquean las ruedas de dirección cuando frenas a fondo. Esto no ocurre en los coches modernos, en los que se puede apurar al máximo el espacio de frenada, que no suele ser mayor a 40 metros.
El problema es que te puede golpear el que viene detrás.
Algunos conductores se acercan demasiado al de delante generando así muchos momentos de peligro que se pueden evitar. En estos casos lo mejor es dejarles pasar y rehuir las competiciones.