LA cultura y la educación son como la tierra: hay que enriquecerlas con un abono bien compensado desde la simiente para que crezca y prospere un producto de calidad. Los responsables de la haurreskola de Arrankudiaga son conocedores de esta realidad y desde que la nueva guardería entró en funcionamiento hace más de un mes no han dejado de trabajar para mejorar este servicio escolar.
Por ello, uno de los centros más jóvenes de la comarca del Nerbioi-Ibaizabal, el de Arrankudiaga, merece el Kultura Saria que Hemendik y DEIA le entregarán el próximo 4 de noviembre en el transcurso de la III Gala Hemendik Sariak que se celebrará en el hotel balneario La Aduana de Orduña a las ocho de la tarde.
El coordinador del centro, Gorka Rodríguez, se afana cada día por afianzar la excelencia de su centro educativo. "No nos podemos quejar. La haurreskola ya estaba bien abastecida en un principio, pero como intentamos ofrecer un servicio en el que nadie, ni padres, ni bebés, echen nada en falta, pedimos pequeñas mejoras, de las que siempre se responsabiliza el alcalde", relata Rodríguez.
El alcalde del municipio, el jeltzale Bingen Larizgoitia, detectó con claridad desde un principio las necesidades de su población y se pertrechó de los argumentos sólidos y precisos para justificar el servicio educativo. "Es muy triste observar que los vecinos de Arrankudiaga tienen que salir fuera de su localidad para dejar a sus hijos en una haurreskola foránea porque su territorio carece del servicio, o que tienen que quedarse en casa para cuidar de sus vástagos", esgrime Larizgoitia.
Asistido por la poderosa razón del crecimiento de la población de la localidad, su alcalde solicitó al consorcio Haurreskolak la ayuda para abrir estas instalaciones, y lo consiguió. La ocurrencia de instalarla en un lateral de la escuela, reformada en 2008, también fue una idea brillante. "De esta forma, los niños ya se van familiarizando con su probable futura escuela, así como con sus compañeros y la transición será mucho más amable y natural", declara Rodríguez.
Con el mismo cometido de suavizar cualquier tipo de transición, y de cara a una futura escolarización en la escuela de los niños que asisten a la haurreskola, los responsables de ambos centros programan actividades conjuntas para que asimismo todos vayan conociéndose. De esta forma, van a compartir los actos celebrados con motivo de las navidades y los carnavales.
vocacional
Dedicación y entrega
Bebés de entre cuatro y diez meses de vida son los actuales beneficiarios de la iniciativa, y se encuentran al cuidado del coordinador del centro, que se desvive por ellos. "Mi dedicación es vocacional. Mi experiencia profesional está centrada en el campo de la educación. Me gusta el terreno de la interactuación para mejorar las condiciones de vida de la gente, ya sea de los mayores o de los niños", expone Gorka.
Y es algo que los bebés perciben. "La verdad es que los niños que están en la haurreskola no dan nada de guerra. Han llevado muy bien la adaptación y no lloran mucho", advierte el coordinador. Las facilidades que da la haurreskola de Arrankudiaga para que todos, progenitores y descendientes, se encuentren a gusto son numerosas.
En primer lugar, ofrecen la oportunidad de elegir el horario que más se adapte a sus necesidades. Ahora, el horario lectivo es de 9.00 a 13.00 horas. No obstante, el centro permanece abierto de 7.30 a 17.30 horas para satisfacer la atención en cualquier otro tipo de tramo horario.
Los padres que han escolarizado a sus hijos en la haurreskola también están agradecidos por la puesta en marcha de la iniciativa escolar, pues se sienten seguros y están convencidos de que cuando dejan a los pequeños en la entrada a las aulas, van a recibir la mejor atención y de manera individualizada.
Las actividades que se programan cada día satisfacen las necesidades de entretener y formar a los bebés. Se atienden, en este sentido, la siesta, la alimentación y psicomotricidad. Aunque, por regla general, los niños llevan la comida preparada desde sus casas, la haurreskola también ofrece un servicio de catering para quienes lo deseen.
Entre la actividades hay diversiones en el ámbito del ocio, sin perder de vista la formación. En cada cambio de estación del año, el coordinador pide a los padres elementos que caractericen el tiempo que se vive. De esta forma, ahora, en otoño, Gorka ha decorado las aulas de la haurreskola con hojas de distintos árboles.
También se aplican los métodos más novedosos para que los alumnos no sufran la distancia y la ausencia de sus progenitores. Así, el coordinador de la haurreskola anima a los padres a elaborar álbumes de fotos de los familiares de los escolares para facilitar la adaptación. "El resultado de la eficacia de esta actividad es inmediato porque en cuanto los bebés ven las instantáneas, reconocen a sus familiares, se sienten más cómodos y dejan de llorar", apunta Gorka.
Y las perspectivas no pueden ser más favorables. La población de Arrankudiaga sigue en ascenso como prueba en la localidad la presencia cada vez más notoria de recién nacidos. Son el futuro de la comarca.