MI hermosa lavandería es el título de una sencilla y deliciosa película de Stephen Frears. Se desarrolla en Londres y tiene como telón de fondo los preparativos de apertura de un establecimiento de este tipo, tan habituales en las ciudades europeas pero tan poco conocidos por estas tierras. Hasta ahora; Bilbao acaba de estrenar una lavandería autoservicio, una de las primeras que funciona en la capital vizcaina en los últimos años. Lo de hermosa dependerá del gusto de cada uno, pero seguro que la Lavandería Autoservicio Bilbao resultará útil y muy económica a muchos.
Un ejemplo: dos edredones para camas de matrimonio se lavan en 35 minutos por sólo 12 euros y se secan en 10 minutos por otros 2. "Y, como son máquinas automáticas, se puede aprovechar para realizar cualquier otro recado", apunta Pilar Górgolas, portavoz oficial de una familia emprendedora que ha abierto este innovador negocio en Santutxu. El sistema es muy sencillo: la persona acude con su colada, selecciona un programa, introduce las monedas y espera a que finalice el lavado, nunca más de 35 minutos. Luego, pasa la ropa a la secadora y repite el mismo proceso. "Las instrucciones están a la vista y son perfectamente comprensibles", añade Pilar. Aquí todo son facilidades: aunque cada uno puede llevarse de casa su detergente, lejía o suavizante favorito -"puede usar el que prefiera"-, en el propio establecimiento hay máquinas en las que, además de los inoportunos cambios, se pueden adquirir pastillas de jabón por dos euros. "Suavizante no, todavía no lo hemos encontrado comercializado en sobres. Pero si alguien no lo trae, le regalamos un poco para que ponga la colada", afirma Górgolas. Fue su cuñado quien se empeñó en que un negocio de este tipo tendría un potencial enorme en Bilbao. "Hace años se funcionaba mucho con lavanderías así, pero últimamente no se veían. En Gasteiz mismo hay varias. Hicimos un estudio de mercado y decidimos lanzarnos. Es un sistema económico y rápido", asegura, convencida, esta familia emprendedora.
Las dimensiones de las lavadoras -las hay de 9 y 17 kilos, un total de siete, y dos secadoras-, de carácter industrial, las hacen muy atractivas para lavar gran cantidad de ropa, por ejemplo a pequeños clubes deportivos y negocios de pequeño o mediano tamaño. O para artículos del hogar que, por su dimensiones, no entran en la lavadora doméstica, como edredones.
"Hay gente que los lava incluso en la bañera", cuenta Pilar. Aunque siempre está la pereza de tener que poner la lavadora, lo que tarda a veces en secarse la ropa colgada... Sin tener que pagar una tintorería y cualquier día del año, de 8.00 a 22.00 horas.