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Galdakao culmina la renovación de Tximelarre, su barrio más antiguo

Una inversión de 2,7 millones posibilita el primer lavado de cara que ve la zona

Galdakao culmina la renovación de Tximelarre, su barrio más antiguoFoto: J. Jobajuria

Galdakao. El barrio más antiguo de Galdakao parece nuevo. Por lo menos es lo que le dicen los residentes de la zona al presidente de la asociación de vecinos de Tximelarre, Ángel Ruiz. Razón no les falta. Aunque el barrio data de 1928, a día de hoy sus calles y áreas de esparcimiento no tienen nada que ver con las ideadas entonces.

La culpa del cambio la tienen los 2,7 millones de euros que ha invertido el Ayuntamiento en unas obras que han durado cerca de diez meses bajo la atenta supervisión de los propios vecinos "quienes no han dejado de hacer sugerencias y proponer detalles para que el barrio pudiera lucir como lo hace ahora", explica Ibon Uribe, concejal de Obras y Servicios.

Según el edil, la accesibilidad y la comodidad del peatón han sido los ejes más importantes sobre los que ha girado el proyecto, que ha tenido tres áreas de influencia diferenciadas. La primera, la más baja, está compuesta por hileras de casitas de piedra levantadas para los trabajadores de la fábrica de explosivos La Dinamita. Estas viviendas unifamiliares están separadas por calles que ahora son semipeatonales. "Los coches pueden entrar, pero la prioridad es del vecino", detalla Uribe. Para ello, se ha optado por cubrir el suelo con un pavimento de piedra rojo que dista del asfalto habitual. Esta zona, Bekoa, está conectada con la parte media del barrio mediante unas escaleras precedidas por una pequeña cuesta del mismo colorido material tratado "para evitar resbalones".

Esta zona media ha sido la que menos obra ha necesitado, pues "antes de los trabajos era la que mejores condiciones presentaba". Así, en estas calles se ha apostado por mejorar la iluminación y cuidar sus jardines. Junto a ellos, en el antiguo depósito de aguas, se ha habilitado un parking para contrarrestar la pérdida de plazas de aparcamiento que ha sufrido la parte alta del barrio. "Sumando las de este espacio y las de la cuesta de entrada a Tximelarre, hemos creado cerca de 80 parcelas" a las que hay que restar la docena eliminada en Tximelarre Goikoa.

Esta parte alta del barrio, la que aglutina a la mayoría de los 1.100 vecinos que conviven en él, es la que ha visto más mejoras. Así, a cada portal se le ha dotado de una rampa que lo comunica con la acera eliminado las barreras arquitectónicas que existían. Además, se ha creado una zona de juegos infantiles y mejorado la iluminación. "Esta era nuestra demanda principal. Antes, no se veía nada y ahora parece la Gran Vía", alaba Ruiz.