BARAKALDO. El Ayuntamiento de Barakaldo ha decidido dar marcha atrás y no instalará escaleras mecánicas entre las calles Larrea y Rontegi. A pesar de anunciar en septiembre su colocación para mejorar la accesibilidad al Grupo Mendia y El Castañal, el Consistorio fabril ha descartado finalmente esta solución técnica tras comprobar que su construcción resultaría muy complicada debido a la "abrupta orografía".
"La habitual combinación de escaleras mecánicas y rampas fijas que estamos promoviendo resulta muy complicada de hacer en este caso, por no decir que irrealizable, debido a la complicada topografía", explicó el alcalde, Tontxu Rodríguez. En su lugar, el primer edil anunció la colocación de dos ascensores para salvar los 21 metros de desnivel que separan ambas zonas.
El Consistorio fabril se ha decantado por esta opción tras analizar diversas soluciones técnicas y recabar la opinión de la Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Bizkaia (Fekoor), que desde el inicio apostó por los ascensores al tratarse de un mecanismo que garantiza la accesibilidad universal. "Tan sólo hemos corregido su propuesta un poco para eliminar unas zonas de sombra que podían ser peligrosas", aclaró el director de Urbanismo, Pedro Jauregi.
Estos elevadores serán los primeros que se colocarán en la vía pública tras apostar de forma decidida durante años por las escaleras mecánicas para solucionar los problemas de movilidad en los barrios. Una política que está siendo duramente criticada en los últimos meses, incluso por el Ararteko, debido a que este mecanismo no puede ser utilizado por las personas que tienen mayores dificultades a la hora de desplazarse, tal como ha quedado patente en La Inmaculada.
El primer ascensor iniciará su recorrido en el jardín ubicado entre la calle Larrea y la zona intermedia del Grupo Mendia y ascenderá diez metros de altura. En este punto, una pasarela de 14 metros le conectará con el segundo elevador, que estará situado junto al acceso al frontón y que subirá los once metros restantes, hasta la calle Rontegi. Otra pasarela de 18 metros conectará la caja del elevador al final del recorrido con la acera.
Este proyecto tendrá un coste de 850.000 euros -400.000 euros menos que las escaleras mecánicas- que se financiará con cargo al segundo plan E. Las obras comenzarán en torno al mes de abril y tendrán un plazo de ejecución de ocho meses. El concejal de Infraestructuras Municipales, Alfonso García, resaltó que gracias a esta actuación el Ayuntamiento solucionará una demanda vecinal histórica.