Basauri. El Ayuntamiento de Basauri prohibirá la práctica del skate en el parque conocido como embarcadero o de Ibarrola, un espacio acondicionado para ellos desde el año 2002. Según el teniente de alcalde del municipio, Iñaki Martínez, esta medida tiene como objetivo recuperar esta zona para el paseo de los vecinos, sin que "tengan que ser molestados" por los jóvenes que acuden cada día a practicar su hobby preferido.

En este sentido, y tras tratar el tema tras una intervención del PNV, Martínez emplazó a los jóvenes a utilizar las instalaciones de skate que se ubican en el centro comercial Bilbondo y en el barrio de Basozelai.

Esta decisión ha provocado la indignación de los habituales a esta zona de práctica de skate que critican que las instalaciones a las que hace referencia el concejal "son un peligro para la salud pública debido a su mal estado".

"La actividad skater ha puesto a Basauri en el mapa, teniendo gran afluencia de turismo de esta modalidad de todas las partes del mundo. Son frecuentes las visitas de profesionales norteamericanos, brasileños, australianos y, por descontado, del resto de Europa. Es lo más famoso que tiene Basauri después de la serie Qué vida más triste", aseguran los jóvenes skaters.

Para ellos, las intenciones del Ayuntamiento tendrían su lógica si este espacio, localizado entre los parques de Educación Vial y Soloarte, no fuera "el lugar más perfecto para patinar de toda Europa".

Paradójicamente, este parque en el que lucen varias esculturas de Agustín Ibarrola, no se construyó para la práctica del skate. A pesar de ello, los amantes de esta modalidad sobre ruedas descubrieron en él un espacio "inmejorable" para desarrollar sus habilidades.

Ante esta realidad y teniendo en cuenta que no suele ser muy visitado por el resto de vecinos del municipio, en 2002, el Ayuntamiento reconoció "el punto neurálgico que constituía este espacio para el mundo del patín en todo el Estado" y ayudó a reformar partes del mismo, orientándolo expresamente a esta actividad.

"Ni qué decir tiene que estamos totalmente integrados y socializados con el entorno y convivimos con todos los usuarios (patinadores o no) del lugar hasta el punto de que cuidamos de ella, rechazando cualquier tipo de vandalismo, ya que es donde hacemos vida diaria.", se quejan los jóvenes.