Gernika-Lumo. La tracción a las cuatro ruedas, los frenos de disco y las cilindradas de más de 1.100 centímetros cúbicos son parte esencial del equipamiento de cualquier maquinaria agrícola y de jardinería que tanto ha modificado la labor humana en los baserris. El sector, como apunta Javier Elejaga de Hobby-Lur "está en constante evolución". Gernika-Lumo pudo observarlo in situ ayer.

De los bueyes a los tractores multiusos. Menudo cambio ha pegado el sector en el que trabajan.

Ha sido increíble, desde luego. Desde que yo empezara con mi aita como ayudante, hasta hoy en día, ha evolucionado una barbaridad. Lo conocemos porque en mi casa hemos trabajado en esto desde la década de los 60. El trabajo que entonces hacían diez personas ayudados por varios animales, lo podemos hacer hoy en día con una sola máquina.

Segadoras, podadoras, tronzadoras, atomizadores, motoazadas… ¿Hay espacio para el hombre en las explotaciones de hoy en día?

Desde luego que sí. Al final, una maquina ayuda al hombre a hacer mejor y más rápido su trabajo. Con una única maquina consigues realizar múltiples trabajos. Ahí radica su funcionalidad, pero siempre debe estar guiada por la mano del hombre, resulta indispensable que el ser humano los controle. Pero también he de decir que los tractores actuales son bastante fáciles de manejar. Cualquiera, sin haber tenido contacto con el baserri, podría hacerlo.

El sector agrario decae y pocos serán los valientes que se animan a vivir de la tierra. ¿A quiénes van dirigidas estas máquinas?

Mayoritariamente, vendemos nuestros productos a empresas de jardinería y servicios, y particulares de Bizkaia que ya no trabajan la tierra sino que, simplemente, cortan la hierba de sus tierras. Es decir, en su día eran explotaciones de dos o tres hectáreas de amplitud, repletas de vacas que, hoy en día, sigue resultando necesario mantenerlas en un buen estado, a pesar de no haber actividad agraria alguna. Pero habiendo prados que mantener, siempre resulta indispensable una máquina. También vendemos cada vez más a explotaciones txakolineras.

La tecnología de vanguardia de la maquinaria rompe con el estereotipo del mundo rural atrasado…

Sí, hemos roto con ello. En Euskadi empezamos a meternos poco a poco en ese mundillo de vanguardia, aunque todavía nos queda mucho ya que la actividad agrícola se ha reducido muchísimo. Muchos de los tractores que vemos en los baserris están obsoletos y, además, el sector vive en una revolución constante.

¿Qué tal le ha ido el Último Lunes?

Venimos a Gernika-Lumo sobre todo a exponer, pero siempre resulta una jornada muy provechosa.