El Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao -ZINEBI- abre en su 67ª edición una cuarta pared con Zinebiskopio, una sección que nace con la vocación de mirar el mundo, y a la ciudad, desde el cine.

Este nuevo espacio propone algo más que ser un mero espectador: invita a pensar, debatir y construir comunidad con el tejido social de Bilbao. Del 23 al 26 de noviembre, la Sala BBK, albergará proyecciones y coloquios con cineastas, especialistas y agentes sociales que entienden el mundo audiovisual como herramienta de transformación local.

Inspirado en la idea del periscopio, Zinebiskopio pretende observar lo que ocurre alrededor y explorar cómo las historias filmadas reflejan y reconfiguran nuestro presente. Cinco ejes temáticos articulan esta primera edición, en la que el cine se abre al diálogo con 'el Botxo' y sus distintas realidades.

La gran pantalla convertida en un espejo

El recorrido arranca el domingo 23 con Dos Iberias, del georgiano Noé Sulaberidze, un viaje visual que enlaza Euskadi y Georgia para hablar de afinidades culturales y resistencia ante la homogeneización global. Ese mismo día, por la mañana, Aitor Elorriaga presentará Esa maravillosa niebla, un retrato luminoso sobre la inclusión y la salud mental a través del arte, acompañado por iniciativas como BBK Sasoiko o Barraka XXI.

El lunes 24 será el turno del clásico Canciones para después de una guerra, de Basilio Martín Patino, un documental que reconstruye la posguerra, y que abrirá un coloquio sobre la memoria colectiva. Al día siguiente, Jesús Rocandio presentará La flor del almendro, donde un paisaje y una tumba recuperan la historia silenciada de la Guerra Civil desde una mirada poética.

El arte como refugio

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La programación culminará el miércoles 26 con En un lugar de la mente, de José Corbacho y Catalina Solivellas, que muestra cómo el arte escénico y el cine se convierten en refugio, terapia y altavoz para quienes conviven con problemas de salud mental.

Zinebiskopio llega para ensanchar los márgenes del festival y reafirmar la vocación social y transformadora de ZINEBI, apostando por un cine que observa y se deja observar.