Chouaib Ouaziz cruzó el Estrecho en los bajos de un camión en busca de un futuro que no encontraba en su Marruecos natal. Llegó a Bizkaia en 2016 y desde entonces no ha parado de formarse: hostelería, mecánica, limpieza... Ahora, fantasea con la posibilidad de ponerse al frente de su propio negocio. "Mi sueño es montar un restaurante de cocina bereber", anhela con ilusión.
Él es una de las seis personas que completa su formación en hostelería –tanto en sala como en cocina– en el restaurante Guruzu que abrirá sus puertas el próximo lunes, en la calle Manuel Allende de Bilbao. Acompañados por profesionales como Zuriñe Pérez, realizarán unas prácticas de calidad que les abrirán las puertas del mercado laboral en los locales más exigentes.
"Es un proyecto muy guay", relata con la espontaneidad de su juventud, 25 años que sin embargo arrastran una historia llena de superación y entrega. Cruzó el Estrecho en los bajos de un camión, siendo apenas un niño, desde Marruecos, con un sueño en la cabeza: "que mi madre sea feliz y no le falte nada". Lo intentó varias veces a lo largo de todo un año hasta que por fin pudo cruzar la frontera y llegar a Algeciras. Allí le recibieron "con las manos abiertas" y, tras identificarle en la comisaría, le trasladaron a un centro de menores, donde pasó dos meses.
"He hecho seis cursos"
Sin dinero suficiente, cuenta que "un señor mayor" le pagó el billete de autobús a Bizkaia, donde llegó en agosto de 2016. Estuvo un mes en el centro de menores de Amorebieta pero, "como era buen chico", pasó al de Loiu, "que es mejor". Hasta que cumplió los 18, cuando fue a vivir en un piso para mayores de edad. Nunca paró de formarse y prepararse para labrarse un futuro por su cuenta. "He hecho seis cursos: hostelería, mecánica, limpieza... Hay que estudiar siempre; todo lo que aprendes te va a ayudar más adelante a cumplir tus objetivos", defiende convencido.
“Hay que estudiar siempre; todo lo que aprendes te ayuda a cumplir tus objetivos”
Ahora empieza una nueva etapa en Guruzu, como camarero –"me gusta mucho trabajar tanto en comedor como en barra”, afirma–, un trabajo que confía en que le sirva para alcanzar su sueño. “Abrir un restaurante de cocina bereber en Marruecos. Me gustaría hacer un restaurante como los de aquí allí. Poco a poco; si Dios quiere, ojalá no sea muy tarde”, se le ilumina la cara. Allí sigue viviendo su madre, a la que no ha logrado convencer para que viva con él a Bilbao. "Le he ofrecido que venga a visitarme muchas veces pero es mayor; tiene sus ovejas y le gusta la vida en la montaña. Quiere quedarse allí", explica.
"Se esfuerzan mucho"
Para guiarles, Chouaib y sus cinco compañeros tendrán a todo un equipo técnico del que forma parte Zuriñe Pérez. Lleva toda la vida, dice, trabajando en hostelería, y cuando le presentaron el proyecto poco se lo tuvo que pensar para embarcarse en él. "Me gustó mucho, la verdad. Me pareció muy bonito poder ayudar y acompañar a las personas en su integración laboral", afirma.
“Se esfuerzan mucho; es muy bonito poder acompañarles en su integración laboral”
En este mes y pico de preparativos antes de la apertura del lunes han engrasado un equipo en el que cada uno "aporta lo que le gusta y sabe hacer. Se esfuerzan mucho, se les ve contentos; nosotros por nuestra parte vamos a enseñarles todo lo que sabemos para que puedan integrarse en el mercado laboral. Han sido días muy intensos pero va a salir todo muy bien", augura.
