El mercado de Dos de Mayo ha vuelto a llenar de vida varias calles del barrio de San Francisco tras recuperar la actividad en el exterior de los comercios y locales de hostelería de la zona. Aunque el tiempo se ha torcido hacia las 13.30 horas, numerosos asistentes han corroborado que el rastro de Bilbao ha recobrado el pulso de antaño, cuando conseguía que las calles Dos de mayo, Hernani, Lamana, General Castillo y Bailén se llenaran de bullicio.

Con la premisa de "¡Volvemos a las calles!", la organización invitaba hace unos días a participar en el mercadillo después de que las últimas ediciones se haya celebrado exclusivamente en el interior de los locales participantes. "Tras meses de lucha conseguimos volver a llenar nuestras calles de color", anunciaban en las redes sociales después de haber conseguido los permisos municipales necesarios para sacar los puestos a la calle, lo que ha requerido que se corten las calles al tráfico.

Vintage Bilbao, Ni Naiz, La galga menta, Korrokoia, Veletta, Lachula, Botika Selene, Kfebora, Fefa, Wül, Qordatta, Literaria Kalean, Bitxik kool o Biook son algunas de las firmas que han participado en esta primera edición híbrida con "cositas frikis, creaciones, ropa, diseño, arte, accesorios...". Dentro de las actividades, además, se ha llevado a cabo en la sede de Caostica una subasta solidaria de seis ilustraciones de artistas como Higinia Garay o Kike Infame. Lo recaudado se destinará a impulsar proyectos en Gaza a través de la iniciativa Gernika-Palestina de la ONGD Mundu Bat.

DOS DÉCADAS DE VIDA

Desde 2005 hasta que tuvo que suspenderse por la pandemia, el mercadillo se celebraba con una periodicidad mensual. Sin embargo, desde la asociación recuerdan que las dificultades para conseguir los permisos de áreas municipales como Espacio Público o Seguridad Ciudadana eran numerosas. Tras el alto obligatorio de la pandemia, el último mercadillo se celebró en mayo de 2022, con una asistencia masiva de público y 40 puestos en espera que evidenciaron su rotundo éxito. Entonces, la intención de la organización, que antes celebraba este rastro alternativo todos los meses, era regresar con cierta periodicidad.

No obstante, el mercadillo que se celebraba el primer sábado de mayo en la calle Dos de Mayo no tuvo lugar en 2023. Como alternativa, la asociación responsable del rastro organizó una especie de “no mercadillo”, con actividades que se llevaron a cabo en los comercios y bares de la zona. El objetivo que perseguían con ello es reivindicar la vuelta del rastro, que ha servido para generar un foco de atracción hacia un barrio estigmatizado.