Las cálidas temperaturas que están acompañando al inicio del mes de octubre han propiciado la reaparición de insectos como los chinches, y ahora también de las conocidas como abejas mineras. Es por ello que el Ayuntamiento de Bilbao ha decidido cerrar parte del Parque de Doña Casilda como consecuencia de la presencia de estas últimas. Aunque estas abejas no son peligrosas si no se les ataca, el consistorio ha preferido precintar algunas zonas por precaución debido a la habitual presencia de niños y perros.

Las abejas mineras, también conocidas como abejas Andrena, construyen sus nidos bajo tierra y a diferencia de otras, no viven en colmenas. Se trata de una especie pacífica que únicamente pica si se siente amenazada, por lo que el consistorio ha decidido acotar algunas zonas del Parque de Doña Casilda para evitar que se las pise o moleste, y para salvaguardar la seguridad de la ciudadanía. La presencia de las abejas mineras es más común en el sur de la península, pero las altas temperaturas han propiciado que migren al norte.

Según las fuentes municipales consultadas, los bomberos, encargados de balizar la zona, únicamente pueden precintar el perímetro ya que no pueden retirar las abejas por tratarse de una especie protegida. En otros casos como en el de las abejas asiáticas, sí están autorizados a retirarlas.

Presencia de chinches

Las altas temperaturas de estas fechas, consecuencia directa del cambio climático, han propiciado que reaparezcan también los chinches apestosos, ya habituales en años pasados. Con el fin del verano y la llegada del otoño estos insectos, que suelen estar en zonas de mucha vegetación, buscan un lugar para hibernar. Es por ello que estos días es habitual verlos en algunas zonas de la casa como terrazas o en las cajas de las persianas donde buscan refugio.

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Según explica Ana Collia, directora de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao, los chinches no son peligrosos para la salud y no pican, pero resultan muy molestos y huelen mal cuando se pisan. Para eliminarlas, Collia hace las siguientes recomendaciones: "Para impedir que entren en casa hay que poner barreras físicas como mosquiteras. La eliminación mecánica pasa por barrer periódicamente las terrazas, capturarlos por ejemplo con el aspirador, y utilizar agua con jabón para que se ahogen".

Tanto en el caso de los chinches como en el de las abejas mineras, es cuestión de tiempo que desaparezcan, y lo harán cuando bajen las temperaturas.