La Policía Municipal de Bilbao decomisó durante la pasada Aste Nagusia un total 202 kilos de alimentos sin control sanitario en una edición en la que han extremado las medidas para atajar la venta ilegal de comida. Asimismo, los agentes locales llevaron a cabo varias actuaciones para levantar un asentamiento de vendedores ambulantes en la Plaza del Gas, lo que conllevo una concentración de denuncia por parte de Bilboko Konpartsak.
No obstante, la Confederación Empresarial de Comercio de Bizkaia (CECOBI) y la Asociación de Hostelería de Bizkaia (BIOH) han querido trasladar públicamente su respaldo "firme y decidido al Ayuntamiento de Bilbao y a las fuerzas de seguridad" a través de un comunicado en el que han puesto en valor "las actuaciones que están llevando a cabo para frenar la proliferación de venta ilegal en la vía pública, tanto de productos falsificados como de alimentos sin control sanitario".
En esa línea, en el comunicado publicado este martes han celebrado "las declaraciones realizadas por el alcalde de Bilbao y las medidas adoptadas para afrontar con contundencia un problema que no es nuevo". Según evidencian, llevan tiempo denunciando una situación que, "lejos de desaparecer, se ha ido enquistando en los últimos años hasta convertirse en una amenaza estructural para el modelo de ciudad" que defienden.
En ese sentido, han pedido "que este tipo de medidas tengan continuidad en el tiempo y no se ciñan únicamente a los periodos festivos y que se aplique la normativa sancionadora a los consumidores/compradores". Asimismo, han apuntado que "este tipo de prácticas vulneran la legalidad vigente, suponen un riesgo para la salud pública, deterioran el espacio urbano, y constituyen una forma de competencia desleal que perjudica gravemente al comercio y la hostelería de la ciudad, sectores que sí cumplen con la normativa, pagan impuestos y generan empleo estable".
EMPLEO A 100.000 PERSONAS
Desde CECOBI y la Asociación de Hostelería (BIOH) han puesto poner en valor el papel "esencial" de sus sectores en Bilbao. "Comercio y hostelería emplean en Bizkaia a más de 100.000 personas de forma directa, además de todos los puestos de trabajo indirectos", han señalado en el comunicado antes de afirmar que aportan el 17% del PIB de Bizkaia, y además desempeñan "una labor social, dinamizando los barrios y contribuyendo de forma decisiva a la economía local, la cohesión social y la identidad de la ciudad".
"El impacto positivo de estas actividades va mucho más allá de lo económico: son clave para el desarrollo de un modelo de ciudad inclusiva, ordenada, segura y con oportunidades reales para todas las personas. Por eso no pueden ni deben ser desprotegidas frente a prácticas ilegales que deterioran el entorno y socavan la confianza del consumidor", han evidenciado antes de ofrecer su colaboración a las administraciones públicas para "colaborar activamente en la búsqueda de soluciones estructurales y sostenibles".