La Casa de la Misericordia de Bilbao ha vuelto a lucir sus mejores galas en honor a San Mamés, a quien se considera como el santo patrón de los huérfanos y por extensión de los niños necesitados. Tras una misa conmemorativa a la que le ha seguido un homenaje a Marino Montero, quien ha confesado ser más “de estar detrás del escenario revolviendo que saliendo a saludar”, se ha dado paso al decimosexto aperitivo musical amenizado por la Banda Municipal de Música de Bilbao.
Esta ha interpretado una serie de piezas que ha animado a echar unos bailes a los residentes e invitados mientras han degustado un piscolabis en el que han colaborado diferentes empresas de alimentación y bebidas de la mano de la Academia del Cerdo Txarriduna.
“Es un día de disfrute”, señala la concejala de Seguridad, Amaia Arregi. Así lo han hecho personas como José María, quien ha disfrutado mucho de un día “diferente al resto” y que esperan “durante todo el año”. “Aunque no salgamos fuera de la Misericordia lo disfrutamos mucho y lo pasamos muy bien”, apunta. Una cita en la que no han faltado Manolo Delgado o Andoni Goikoetxea. “Es una residencia maravillosa en un pulmón de Bilbao pegada a San Mamés. Es una gozada escuchar que está desde hace más de 100 años”, apostilla Goikoetxea.