Este sábado, la ría fue testigo de la fuerza de la unión frente a la adversidad. Las cambiantes mareas del Nervión no lograron frenar la energía vibrante del barco dragón Karola, presentado por la asociación Bilbao Dragon Boat Lamiak. Este acto simbólico marcó el nacimiento oficial del equipo que, desde comienzos de año, apoya a mujeres que luchan contra el cáncer de mama, aunque el grupo está abierto a cualquiera que desee sumarse a esta comunidad.
"La mitad del equipo ha pasado por un cáncer de mama, pero también hay personas que nunca lo han sufrido, incluso hombres. Lo importante es remar juntos y construir comunidad”.
El proyecto Conquistando el Espacio Azul nace con el objetivo de ofrecer un entorno cercano y seguro donde recuperar cuerpo y mente a través del remo, y crear redes de apoyo basadas en la fuerza compartida. La presidenta, Libia de la Fuente, destacó que “la mitad del equipo ha pasado por un cáncer de mama, pero también hay personas que nunca lo han sufrido, incluso hombres. Lo importante es remar juntos y construir comunidad”.
La mañana comenzó en el Muelle de Carga de Euskalduna –junto al Itsasmuseum– con autoridades, deportistas y voluntarios reunidos para acompañar la botadura de la embarcación, que se ha convertido en un símbolo de superación. Entre los asistentes estuvo el consejero de Salud del Gobierno Vasco, Alberto Martínez Ruiz, quien recordó que “la salud es también empoderamiento” y que remar en equipo fortalece tanto el cuerpo como la mente. El concejal de Acción Social, Juan Ibarretxe, señaló que este proyecto “representa muy bien los valores de Bilbao”. Por su parte, Carlos Sergio, director general de Deporte de la Diputación Foral, animó a “seguir remando juntos” con ese mismo espíritu.
Uno de los momentos más emotivos fue el bautizo del barco, que recibió el nombre Karola, en homenaje a la antigua trabajadora que dio nombre a la grúa, símbolo de resistencia y trabajo colectivo. Aketza Sánchez ejerció de padrino y fue el encargado de verter el agua sobre la cabeza de dragón que guía la nave. “El mar siempre ayuda a curar”, afirmó ante la presencia de remeras emocionadas como Eider Casanova y Victoria Zabala.
La botadura estuvo llena de música y alegría, con el ritmo de Swing Side Bilbao animando a todas las personas presentes. Tras el bautizo, la tripulación recorrió la ría en varios turnos, acompañada por familiares y amigos. La alegría fue palpable entre todas las remeras y remeros del equipo. María José, integrante del grupo, explica que este proyecto es “mucho más que competición: es ocio, terapia y apoyo para quienes enfrentan el día a día tras el cáncer. Por eso contamos con tres categorías: torneo, terapia y ocio”. La flexibilidad es fundamental para remeras como Olga González, quien comenta: “Al principio remaba viernes, sábado y domingo, pero en esto hay subidas y bajadas, y ahora vengo solo un día. De todas formas, es un gran apoyo donde dejar atrás el estigma y los tabúes”.
En Euskadi ya existen equipos en Getxo y Hondarribia, pero la llegada de Karola supone que Bilbao tenga por fin su propio barco dragón, ampliando la visibilidad de esta práctica con un gran impacto social y de salud. “Hay muchos estudios que evidencian los beneficios de este tipo de remo, ideal para recuperarse tras un cáncer de mama, con o sin linfedema”, señalan desde la asociación. ¡Ahora solo queda remar y disfrutar en equipo!