Los pequeños detalles marcan la diferencia. Y de eso los bomberos saben mucho porque enfrentan sus vidas a situaciones extraordinarias. Tienen que estar preparados para saber qué, cómo, cuándo y dónde es más correcto intervenir en cada una de las actuaciones que atienden. También, aunque sea desconocido, en el caso de incendios en vehículos eléctricos, cada vez más presentes en las carreteras, aparcamientos y garajes de Bizkaia.
El reciente suceso ocurrido en Alcorcón con dos profesionales muertos en un incidente de esas características ha puesto de manifiesto la gravedad de estos incidentes. Más aún si se producen en un garaje al tratarse de un espacio cerrado y, en la mayoría de las ocasiones, con elementos de riesgo potencial en las inmediaciones, ya sean otros coches (de combustión, por ejemplo) o viviendas y comercios en la planta superior.
Los bomberos de Bizkaia llevan ya un tiempo planificando un modus operandi para poder responder con seguridad y eficacia ante este tipo de sucesos. Hace poco, sus colegas de Gipuzkoa optaron por sumergir un híbrido incendiado en un contenedor de obra para tener controlada la temperatura de las baterías y evitar la reignición. El palabro técnico es de Garikoitz Areitio, cabo en el Parque de Bomberos de Urioste, y uno de los profesionales que ha estado coordinando un Procedimiento de intervención en incendios en vehículos eléctricos.
Dos líneas de gran caudal
Hay detalles por concretar y trabajar, pero las líneas generales del mismo están ya fijadas. Por ejemplo, que este tipo de intervenciones sean atendidas por dos líneas de extinción de gran caudal -“por encima de los 250 litros nos permite alcance desde el principio”, resume-; esto es, dos equipos: uno dedicado a la extinción en sí del vehículo y otro solo a refrigerar la batería y que las llamas no reaparezcan.
“La manta sirve para ganar tiempo cuando interesa minimizar el riesgo de propagación”
No es la única novedad que ya han incorporado a sus agendas. De hecho, los 8 parques forales de bomberos disponen ya de dos elementos de vital importancia para plantar cara a un incendio de estas características: manta contra incendios y transportines portacoches. La primera de estas herramientas está pensada “para ganar tiempo en escenarios, sobre todo garajes, y en los que nos interesa minimizar el riesgo de propagación y afectación a otros vehículos o viviendas”, ilustra Areitio.
Además, reduce la emisión de humos y gases altamente tóxicos. Y combinada con ésta otro utensilio tan mundano como los carros, de esos que usan las grúas para poder mover un vehículo. Y es que, como explica Areitio, “es recomendable no arrastrarlos ni moverlos sobre sus ruedas porque generan energía eléctrica que produce reactivación”.
De este modo, el coche en llamas podría ser desplazado a una zona segura y generar lo que en argot llaman una isla sobre la que poder actuar con mayor seguridad. La operativa diseñada por los Bomberos de Bizkaia incluye otro tipo de acciones menos vistosas pero igual de importantes para el exitoso desarrollo de la intervención.
Aparcar enfrente, aplicaciones…
Por ejemplo, se recomienda aparcar a 50 metros de distancia y frente al vehículo siniestrado, y el uso interno generalizado de aplicaciones como Euro Rescue y Rescue Code (o alguna otra) para facilitar el trabajo sobre el terreno. “Toda la información interesante nos viene descrita con un pictograma con indicaciones bastante intuitivas: dónde se aloja la batería, tanto la de alto voltaje como la de 12v, los sistemas de desconexión, los refuerzos estructurales del propio vehículo…”
Una información que si los bomberos tuvieran antes de llegar a la escena les permitiría ganar tiempo y adecuar las dotaciones y la respuesta. Para eso habría que mejorar también el interrogatorio que se hace desde el centro de emergencias a la persona que da la voz de alarma.
“Cada intervención es un mundo y es única, con lo cual, las herramientas pueden ser diversas. No hay una mejor que otra u otras. La clave está en entrenar y entrenar, formación y preparación continua para ser seguros y eficaces”, repiten los bomberos.