El emblemático kiosco que se encuentra en el interior del Hospital de Basurto está buscando relevo. Mónica de Sande, actual responsable, se desprenderá del negocio el 30 de abril, siendo su último día tras el mostrador el 29 de este mes.
"Lo dejo por algo bonito”, expone, quien añade que "ha llegado el momento de parar" y que si no es por la maternidad, “no lo hubiese dejado porque estoy muy agusto”.
“Mi intención es dedicarme a estar con mi hijo y por eso quiero que alguien siga con el legado del kiosco”, apunta Mónica de Sande.
Un cuarto de siglo
Sin recordar muy bien cuándo comenzó a trabajar en el kiosco, “no sé si 2001 o en el año 2000 porque yo recuerdo trabajar con pesetas”, ha mantenido la misma ilusión con la que comenzó.
Hasta que su ama falleció en el año 2021, ambas estuvieron al frente del kiosco. “Desde entonces estoy yo aquí día a día”, puntualiza De Sande. Trabajar dentro de un hospital sin ser personal sanitario no es una tarea sencilla, para Mónica tampoco lo ha sido.
A lo largo de los más de veinte años en los que ha estado tras el mostrador, primero junto a su madre y, cuando esta falleció en 2021, al frente del kiosco, ha tratado con miles de personas que son familiares de personas ingresadas en el hospital.
"El personal sanitario lo compensa"
“El 90% de la gente no viene por un motivo bonito entonces vienen nerviosos, alterados, frustrados preocupados, enfadados porque igual a veces las cosas no funcionan pero el personal sanitario lo compensa”, reconoce Mónica.
En esta dirección, reafirma la necesidad de “mucha mano izquierda”, tener la intención de “ayudar en lo que se pueda" y tener “mucha humanidad que es lo que últimamente no paro de decir, hay que tener humanidad en todos los gremios”.
Relevo a final de abril
Como si fuese un negocio de un barrio pequeño, Mónica conoce tanto a sus clientes que les suministra lo que van buscando sin que estos articulen palabra alguna en el momento en el que se acercan al mostrador.
Sobre este aspecto, la relación que ha forjado con los pacientes y familiares es algo que guardará consigo durante toda la vida. “Cuando pasan el tratamiento y vienen a revisión te genera mucha alegría ver eso. Además se acuerdan y te traen un detalle”, afirma sonriente.
El relevo del kiosco del Hospital de Basurto se conocerá a lo largo de este mes de abril. Ya hay algunas solicitudes para regentar el emblemático kiosco. “Va a ser un mes muy emocionante, además que estoy con las emociones a flor de piel va a ser muy emocionante”, matiza.
"Soy más humana y más empática"
Al definir lo que ha sido para ella este cuarto de siglo tras el mostrador, apostilla haber “aprendido mucho, tristemente, de enfermedades porque la gente te cuenta sus síntomas y todo eso se te va quedando”. No obstante, considera ser “más humana y más empática de lo que hubiera sido si no hubiese trabajado aquí”.