Dos de los grandes colosos de la cultura de Bilbao, el Museo de Bellas Arte y el Museo Guggenheim, acortarán distancias a través de un recorrido que mejorará el tránsito peatonal entre ambas pinacotecas. El Ayuntamiento de Bilbao ha presentado un proyecto que contempla una actuación paisajística y de mejora urbana en el entorno de la Plaza Euskadi, donde se tratará de respetar el diseño originario de Diana Balmori. Los trabajos contemplan, por un lado, la parte Este del parque de Doña Casilda, desde Gran Vía hasta la Plaza Euskadi y Teófilo Guiard. Y, por otro, la propia plaza, desde la acera de Alameda Mazarredo hasta el frente del Bellas Artes y el puente de Deusto. Está previsto que las obras, que contarán con un presupuesto de 1,628.488,92 euros (IVA incluido) y tendrán una duración de seis meses, comiencen antes de final de año.
El proyecto originario de Norman Foster pretendía remodelar completamente el entorno de la Plaza Euskadi eliminando su rotonda de forma que el tráfico se desviará por una curva junto a la Torre Iberdrola, con semáforos y carriles adicionales con el fin de girar en las intersecciones. No obstante, el Consistorio de Bilbao aparcó la idea tras iniciar las obras de remodelación del Museo de Bellas Artes. Y al presentar los presupuestos de su área, a finales del año pasado, Kepa Odriozola, concejal de Obras Públicas y Servicios, ya adelantó que la urbanización del entorno solo se llevaría un pellizco de alrededor de 1,5 millones de euros, lo que invitaba a pensar en una modificación mucho más humilde. “Se trata de urbanizar de forma que se acerque al Museo Guggenheim, pero sin que sean modificaciones profundas. Son ajustes urbanísticos, para facilitar el tránsito”, avanzó, de hecho.
En cualquier caso, Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público, ha recordado este miércoles que “es un proyecto importante al que nos comprometimos en el pasado mandato”. En ese sentido, ha detallado que “con la licitación del concurso del Museo de Bellas Artes, cuando salió el proyecto del equipo de Norman Foster seleccionado, se propuso también una intervención en el frente del museo para mejorar su integración con la Plaza Euskadi con los nuevos accesos, que recuperan su frontalidad histórica”. Asimismo, ha aseverado que se generó “la necesidad de estrechar la relación o interconexión” entre los dos principales museos de la ciudad. “Ambos museos están próximos entre sí pero el recorrido peatonal no resulta tan claro y directo como debiera”, ha reconocido el concejal, quien ha apuntado que han trabajado en el diseño de este entorno en coordinación con el equipo de Norman Foster.
REDUCCIÓN DE CARRILES
“Hay tres carriles de circulación y quedará reducido a dos carriles”, ha explicado Abaunza sobre la Plaza Euskadi, una medida que, según ha apuntado, está cotejada con el área de Movilidad. “En los dos carriles que alimentan el tráfico de la rotonda de la Plaza Euskadi, los que vienen de la calle Lehendakari Leizaola y del puente de Deusto, también se ha reducido un carril en cada uno de ellos. Venimos de dos carriles a dos carriles”, ha aseverado el concejal de Planificación Urbana, quien ha admitido que buscan “reducir la presencia del coche en ese frente de delante del Museo de Bellas Artes”.
Esto se llevará a cabo de forma que se ampliarán los espacios peatonales en el conjunto de la Plaza Euskadi y, por otro lado, se mejorarán los recorridos peatonales entre el Museo de Bellas Artes y el Museo Guggenheim. “Será a través de dos caminos, generando un nuevo itinerario a través de la Plaza Euskadi, desde la propia calle Mazarredo, para la cual se genera una senda nueva dentro de la propia plaza y un nuevo paso de peatones que conectará con la calle Mazarredo”, ha concretado el edil, quien ha señalado que también se adecuará el itinerario peatonal “a través de las distintas calles a atravesar para llegar desde la Plaza Mazarredo hasta el acceso al Museo de Bellas Artes si se sigue la corona exterior de la Plaza Euskadi”.
Paralelamente, el Ayuntamiento aprovechará para renovar la Plaza Euskadi. “Queremos que la presencia del diseño de Diana Balmori siga siendo parte del patrimonio urbanístico de nuestra villa”, ha garantizado Abaunza, quien ha apuntado que se harán distintas actuaciones dentro del parque Doña Casilda, un conjunto monumental protegido en el que las intervenciones tienen que estar muy medidas. En esa línea, se restaurará la Fuente de los Cuatro Caños, de Ricardo Bastida.
Además, se llevará a cabo un nuevo diseño de la jardinería de los parterres y se sustituirán y modernizarán algunos elementos de mobiliario, como bancos y papeleras. “En el mandato pasado abordamos una ambiciosa renovación integral en la que acondicionamos el 80% del parque y dejamos sin acometer la parte de la zona que es más próxima al Museo de Bellas Artes”, ha explicado el edil en relación a las obras de ampliación de la pinacoteca, cuya finalización se ha retrasado hasta noviembre debido a la suspensión de pagos de una subcontrata.
RENOVACIÓN BELLAS ARTES
Esta demora tendrá incidencia en la fecha de apertura del museo que, previsiblemente, según informaron a finales del año pasado, no abrirá sus puertas hasta 2026. “Las obras de renovación del Museo de Bellas Artes tendrán un impacto significativo en su entorno y también en el paisaje del centro de la ciudad. Consideramos que la integración de la obra de Norman Foster con el espacio que le rodea es clave para crear un fondo armónico entre la arquitectura y su entorno”, ha considerado al respecto Kepa Odriozola, quien ha avalado que va a ganar en presencia y protagonismo. “Con esta intervención damos un paso más hacia una ciudad más accesible, moderna y atractiva, con la que mejoraremos la calidad de vida de los bilbainos y ofreceremos a quienes nos visitan un entorno de primer nivel para disfrutar del arte y de la cultura”, ha señalado el concejal de Obras Públicas y Servicios.