Teniendo en cuenta la cantidad de espacios verdes, antaño rurales, que suma Bilbao no sería descabellado que pudiera albergar una granja escuela. De hecho, es una iniciativa que el Consistorio ya baraja para Santo Domingo, en el edificio que alberga la antigua estación radiotelegráfica militar de Bilbao, junto al Garbigune. Se trata de uno de los proyectos que están definidos dentro del Plan de Activación de Artxanda que, además, prevé un espacio para el deporte extremo en Bagatza y la construcción de un parque de aventuras para Pike, una iniciativa que lleva ventaja al resto. Sin embargo, de las conclusiones del Plan Director de Proyectos del Anillo Verde de Bilbao podrán nacer planes inéditos.

“Artxanda está más avanzado, pero hay otros entornos en la zona sur que merece la pena analizar”, asegura Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público. En ese sentido, menciona que cuando se definió el Plan Especial del Peñascal los vecinos pusieron sobre la mesa la idea de plantear un espacio de ocio y tiempo libre en el entorno. “Hay espacios que todavía pueden dar más juego si intervenimos en ellos desde el punto de vista de una renaturalización o una restauración. Espacios que en el pasado habían sido canteras o habían sido utilizados por la actividad minera, por ejemplo”, pone como ejemplo en relación a la cantera del Peñascal, que hace un par de años fue rellenada y recuperada con 30.000 árboles y arbustos. “Habría que analizar qué tipo de infraestructura complementaria necesitaría para poder desarrollar una actividad de ocio y de deporte”, añade.

Aunque menciona el refugio del Pagasarri, que recientemente volvió a salir a licitación, Asier Abaunza reconoce que es en los montes del norte donde más definido está el futuro de las infraestructuras municipales en desuso. No obstante, hay algunos inmuebles que sigue en vilo. “Es el caso del edificio del antiguo restaurante San Roque. Pero también hay otras instalaciones como puede ser el antiguo fuerte de Monte Banderas, que no es de propiedad municipal, pero sí es público porque es del Estado”, concreta el concejal de Planificación Urbana, quien considera que hay distintas infraestructuras que merece la pena analizar en qué situación están para valorar una alternativa de proyectos o de iniciativas que se pudieran desarrollar al tiempo que se integran con el espacio verde que les rodea.

En esa línea, el edil tampoco descarta que las conclusiones del plan director puedan dar pie a iniciativas privadas. “Pero primero necesitamos tener la fotografía de qué es lo conveniente en cada uno de los espacios para permitir o para prohibir actividades en según qué zona. Si es un espacio sensible desde el punto de vista de su conservación natural, al margen de que sea una actividad pública o privada, no va a poder desarrollarse ningún tipo de actividad precisamente para preservar esos valores del entorno. Y, al contrario, puede haber entornos en los que no ocurra nada y puedan desarrollarse actividades de carácter público o privado”, expone el concejal, quien reconoce que la celebración del festival Bilbao BBK Live en el parque urbano de Kobetas, a priori, encajaría en esta clasificación. “Es un espacio que desde el punto de vista de naturaleza salvaje no es el más natural que tenemos en el sur de la ciudad”, considera.

Al margen del plan director, el Ayuntamiento de Bilbao continúa desarrollando planes para sus espacios naturales. Uno de esos proyectos es, a raíz de un compromiso adquirido en el pleno de junio del año pasado, la búsqueda de nuevos emplazamientos para playas verdes a lo largo de este 2025. Asimismo, Bilbao, junto a Sondika y Erandio, se ha marcado el objetivo de recuperar el antiguo vertedero de Artxanda, cerrado desde 1976, para habilitarlo como nueva zona a integrar dentro del anillo verde de la villa.