Bilbao quiere potenciar y preservar sus entornos verdes con actividades de ocio
El Consistorio licita un plan para concluir una cartera de proyectos a futuro en los espacios naturales que rodean la villla
De una forma similar al diagnóstico que ya se llevó a cabo en la ría, el Ayuntamiento de Bilbao quiere ahora sacar una fotografía exacta del estado en el que se encuentran los espacios verdes que circundan la ciudad. Esta imagen es la que permitirá conocer cómo se pueden tratar de eliminar flora alóctona como mimosas o acacias o investigar el tipo de fauna que habita en cada parcela, pero también buscar actividades de ocio libre que preserven la naturaleza o impulsar usos alternativos en edificios municipales con el fin de que los ciudadanos puedan exprimir los parajes naturales. Con esa intención se ha sacado a licitación el Plan Director de Proyectos del Anillo Verde por valor de 144.242,9 euros (con IVA). “Buscamos una estrategia que sea de marco global, pero también se concluirán una cartera de posibles proyectos para ir desarrollando en los años sucesivos”, explica Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público.
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Este sería el primer paso para trazar una hoja de ruta que contemple el anillo verde en su integridad, desde los montes del sur, que aglutinan Kobetas, Arraiz o Pagasarri, hasta la cornisa de Artxanda, desde Monte Cabras hasta Monte Avril. “El objetivo es analizar en qué situación se encuentra el anillo verde en este momento, desde el punto de vista natural y desde el punto de vista de las infraestructuras que tenemos”, expone Abaunza, quien recuerda que ya se llevó a cabo plan de resiliencia focalizado, sobre todo, en la reducción y mitigación de los riesgos de inundación en el ámbito de la ría. En esta ocasión el plan se circunscribe a los espacios verdes, que con la entrada del siglo XXI han aumentado en la villa en 100 hectáreas más, el equivalente a 200 campos de fútbol de un tamaño medio.
Las líneas
Uno de los focos del plan director consistirá en investigar las especies de los entornos naturales y determinar aquellos espacios más sensibles: “Se analizará cuáles tienen que potenciarse o renaturalizarse, darles un tratamiento especial por especies singulares que pudiéramos tener”, indica el concejal de Planificación Urbana. En ese sentido, además de las nuevas plantaciones de arbolado que se puedan acometer, Abaunza menciona la tarea que ya se está llevando a cabo para eliminar las especies alóctonas de las parcelas municipales. “Se están sustituyendo las mimosas, las acacias, el pino insignis o el eucalipto y plantando especies autóctonas como robles, hayas, abedules o espinos”, asevera el edil.
Otro de los puntos del plan contempla el refuerzo de las conexiones entre los entornos verdes y la ciudad. “Parte de ello ya lo tenemos desarrollado mediante una ruta GR de montaña que se hizo en su momento, pero también los distintos caminos que hemos ido señalizando para conectar los barrios con los montes que tenemos a nuestro alrededor”, afirma Asier Abaunza antes de recordar el hito más reciente en ese sentido. El concejal se refiere al itinerario de madera que el Ayuntamiento abrió en 2023 para conectar Monte Cabras con Elorrieta. En realidad lo que buscaba era acortar la distancia entre el cauce y Artxanda, “con itinerarios bien señalizados que permitan pasar de disfrutar de un paseo en la ría a cualquiera de los montes o bosques que rodean la ciudad”.
El ocio libre y el ocio organizado también tendrán gran protagonismo en el plan director. Sin embargo, habrá una línea roja inamovible: la preservación del entorno siempre será lo primero. “Se definirán qué tipo de actividades se pueden desarrollar sin perturbar valores naturales de nuestros montes; en qué tipo de ambiente es conveniente que se promueva un tipo u otro de uso; o en qué sitios no es conveniente que se lleve a cabo actividad alguna”, indica Abaunza, quien pone como ejemplo que, a lo mejor, habrá zonas en las que no esté permitido practicar el ciclismo de montaña porque perjudica a las especies que habitan en ese entorno. En esos casos, apostilla, se señalizaría otro recorrido distinto para que “los valores de la montaña” no se vieran alterados por el tránsito constante de los ciclistas.
Otro componente consistirá en buscar usos alternativos para edificios municipales que están en desuso o no se están aprovechando adecuadamente. En ese sentido, el concejal reconoce que dentro del Plan de Activación de Artxanda ya hay proyectos en marcha. Es el caso del restaurante Antón, cuya remodelación fue licitada por el Ayuntamiento el año pasado para darle un lavado de cara y volver a dar una nueva vida al edificio de propiedad municipal. “Hay distintas infraestructuras que merece la pena analizar en qué situación están para valorar una alternativa de proyectos o de iniciativas que se pudieran desarrollar”, explica Abaunza, quien cita, entre otros, el edificio Nogaro, pieza clave de Artxanda que antiguamente albergó una pista de patinaje y que el Consistorio adquirió en 2021.
Especies animales
El concejal de Planificación Urbana asevera que este plan director será “complementario” al diagnóstico abordado para la ría, donde ya se abordaron algunos de los objetivos que ahora se buscan, como un inventario de especies animales que concluyó con alguna que otra sorpresa. “La mayoría de las especies que se encontraban en la zona de Ibaizabal, en la zona Bolueta, no eran especies autóctonas. Y, sin embargo, en el entorno del Kadagua, donde están las fábricas, teníamos una mayor presencia de especies autóctonas y una mayor variedad tanto de fauna como de flora”, rememora el edil de Planificación Urbana, quien apuesta por hacer el mismo ejercicio en los entornos verdes, diferenciando bien cada una de las parcelas.
“Necesitamos tener una foto real actual del estado en el que se encuentran el Pagasarri, Kobetas, Arraiz, Artxanda… Identificar qué tipo de especies predominan en uno y en otro, su estado de conservación y plantear de qué manera debiéramos intervenir en estos espacios para favorecer esa riqueza natural que tenemos en nuestra ciudad: protegiendo algunos sitios o renaturalizando otros”, expone el edil, quien indica que ya se hizo un trabajo, en esta línea, en el entorno del Pagasarri, si bien habría que actualizarlo. En última instancia, el objetivo, desde el punto de vista natural, consistiría también en promover corredores ecológicos entre los montes del sur y los del norte para los animales que habitan en el término municipal de Bilbao. “No es fácil que los jabalíes crucen la ciudad, pero a lo mejor hay aves o insectos que podrían moverse entre una y otra zona natural”, concluye el concejal de Planificación Urbana.