Más de 4.000 parejas se han dado el ‘sí, quiero’ en el Ayuntamiento de Bilbao desde 1.994
Se prevé que a lo largo de este año, como mínimo, se lleven a cabo 200 ceremonias en el Salón Árabe, donde aún quedan algunos huecos
Aunque cada vez haya más estudios que intentan predecir el año en el que las bodas se extinguirán definitivamente, lo cierto es que los enlaces civiles siguen arrebatando la hegemonía que históricamente han ostentado las ceremonias religiosas. De hecho, los últimos datos de Eustat revelan que solo el 9,4% de los matrimonios celebrados en Euskadi en 2023 fueron canónicos, mientras que una década antes ese porcentaje era del 23,9%. Entre aquellos que optan por una ceremonia civil, aún hay quien busca algo de solemnidad optando por casarse en el ayuntamiento de su municipio. En el caso de Bilbao, más de 4.000 parejas han contraído matrimonio en la casa consistorial desde que comenzaron a oficiarse estas ceremonias allá por 1994.
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Fuentes de la oficina de Protocolo, Relaciones Públicas e Institucionales, confirman que el Ayuntamiento de Bilbao comenzó a celebrar bodas tras la modificación del Código Civil, que permitía que los alcaldes pudieran oficiar matrimonios. Desde entonces, los alcaldes Josu Ortuondo, Iñaki Azkuna, Ibon Areso y Juan Mari Aburto han dirigido cientos de casamientos a través de una modalidad que ha ido creciendo. Mientras que en los primeros años se celebraban cerca de 120 bodas, el incremento ha sido constante. En 2024, por ejemplo, 200 parejas se han dado el sí, quiero en el consistorio de la capital vizcaina. En cuanto a las solicitudes para este año, confirman que ya hay 180 peticiones de bodas. “Todavía tenemos algo disponible a finales de año, por lo que el número final de bodas que haremos durante 2025 será, como mínimo, de 200”, confirman las mismas fuentes.
Las ceremonias se celebran en el Salón Árabe, los viernes por la tarde, en cinco horarios diferentes (17.30, 18.00, 18.30, 19.00 y 19.30) y en los dos idiomas oficiales. Este año hay 40 viernes a elegir, restando aquellas fechas que coinciden con navidades, Semana Santa, el mes de agosto... Pero la demanda nunca sobrepasa la oferta calendarizada, aseguran desde el Consistorio. “Otra cosa es que a una pareja le hubiera gustado casarse un viernes concreto y ya tuviera todos los horarios cogidos por otras parejas”, exponen desde la oficina que gestiona los matrimonios civiles del Ayuntamiento. El plazo de solicitudes para los casamientos al año siguiente se abre el 1 de septiembre. Y la prioridad se establece según el orden de inscripción.
Esto conlleva que cuanto más se tarde en solicitar fecha y hora, menos posibilidades habrá de lograr el hueco deseado. “Además, el Ayuntamiento solo suele ser una parte de la celebración, la disponibilidad del restaurante también condiciona mucho”, exponen las mismas fuentes, que indican que si una reserva se cancela y hay otra pareja que estaba interesada en la misma fecha, se les consulta. No obstante, indican que lo más común es que acepten cambiar el horario dentro de un mismo día, siempre y cuando no hayan mandado las invitaciones previamente. Tras la reserva del día, se deben llevar a cabo los trámites pertinentes para que el Registro Civil remita al Ayuntamiento un oficio de autorización del matrimonio.
Actualmente, el Ayuntamiento de Bilbaosolo ofrece los viernes por la tarde para estas celebraciones. “Es una cuestión de logística, organización y distribución de los recursos disponibles. Hay que hacer convivir las bodas con la programación de otras actividades en este salón. Los días y los horarios de las visitas guiadas, por ejemplo, están predefinidos”, exponen desde la oficina de Protocolo, Relaciones Públicas e Institucionales. No obstante, a lo largo de estas tres décadas ha habido propuestas para extender la opción a los sábados. De hecho, en 2012 la propuesta fue elevada al pleno por el PSE. Sin embargo, no contó con el apoyo del PNV porque en ese momento el cuadrante de los viernes no estaba completo y había muchas parejas que días antes del enlace se echaban atrás.
Quien tiene potestad para oficiar las ceremonias es el alcalde, mientras que los concejales celebran estas bodas solo por autorización expresa del primer edil. “En Bilbao, la delegación se recibe tras la toma de posesión del cargo y se extiende a lo largo del mandato por una cuestión práctica. Tenemos establecido un sistema rotatorio”, explican desde la oficina de Protocolo, Relaciones Públicas e Institucionales, que recuerda que cuando hay una demanda manifiesta de contrayentes que desean que les case un concejal o concejala en concreto, solo tienen que ponerlo en conocimiento de quien gestiona las solicitudes. El alcalde Juan Mari Aburto es el único que está excluido de la rotación, aunque siempre que las parejas solicitan que oficie la ceremonia y su agenda está libre, acude. Este mes de enero, por ejemplo, ya ha casado parejas durante dos viernes.
Los consortes cuentan con media hora de margen para la ceremonia, desde que entran por la puerta principal de la casa consistorial, hasta que salen tras contraer matrimonio. “Queremos que las bodas en el ayuntamiento se recuerden como un momento especial, único y participativo”, apuntan las mismas fuentes sobre la ceremonia en la que los invitados pueden intervenir con unas palabras. Lo que no está permitido es arrojar elementos, de ningún tipo, ni dentro del ayuntamiento, ni en la escalinata exterior del mismo. En ese sentido, “la gente es muy respetuosa en general”, corroboran desde el Consistorio.
Así es como han contraído matrimonio centenares de parejas a lo largo de los últimos 30 años, con la excepción de la época de la crisis sanitaria por el coronavirus, cuando hubo un parón o las condiciones impuestas fueron poco convencionales. Es el caso de una de las últimas parejas que se casó tras el anuncio del estado de alarma, en marzo de 2020. Se vieron obligados a darse el sí, quiero sin invitados, sin ponerse el anillo el uno al otro, ni darse un beso y guardando un metro y medio de distancia. Anécdotas aparte, todas las parejas que se casan en el Salón Árabe, con un aforo de entre 80 y 90 personas, guardan un recuerdo especial de la cita. Lo corrobora Ernesto Valverde. El entrenador del Athletic es uno de los rostros conocidos que se ha casado en el ayuntamiento, según reveló al recoger su título de Ilustre de Bilbao.
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