En Bilbao, la afición por los toros ha ido perdiendo adeptos con los años. Sin embargo, el grupo animalista Unidas Veganas advierte de que el pequeño montón de aficionados que se acerca a la plaza protagoniza momentos cada vez más virulentos y, por eso, son cada vez menos las personas que se acercan a las concentraciones que la organización convoca cada último sábado de la semana grande. "Siempre hay follón", se duele Begoña Sánchez, amiga de las organizadoras.
El pasado 24 de agosto el follón fue de altísimo voltaje. Tal y como les adelantó DEIA este domingo, cuatro militantes y simpatizantes de Unidas Veganas fueron vejadas en el transcurso de la manifestación que comenzó en las inmediaciones de la plaza de toros. "Apareció este machirulo y nos llamó zorras. Luego, se dirigió exclusivamente a mí para llamarme zorra lesbiana", recalca Mamen González, una de las organizadoras de la protesta anual.
Las agresiones verbales, cada vez más habituales
Según la misma, es habitual que se produzcan este tipo de episodios en las concentraciones de repulsa que tienen la plaza de toros como escenario. "Como ellos son lo más, pasan por el medio insultando, empujando... Se ha convertido en algo común", se rabia la militante. Dice Nerea Landa, que también presenció los hechos, que el perfil del atacante siempre es el mismo: un hombre, de mediana edad, que casi siempre se ceba con las mujeres. "Aunque hay gente joven", detalla Miren Cuesta, "ellos nos sacan el dedo y nos lanzan improperios desde la plaza", precisa.
La presencia policial es habitual en las protestas, pero los agentes raramente intervienen. En esta ocasión, sin embargo, la mediación era imperativa ya que el individuo que se acercó al grupo de mujeres exhibía una actitud muy violenta. "Invadió nuestro espacio personal, nos amenazó", recuerda Nerea. "Es que, Nerea, iba con la mano", agrega Miren. El agente que se personó en el altercado consideró que las palabras del hombre podrían constituir un delito de odio y, por ello, alentó a las manifestantes a interponer una denuncia. Denuncia que ya han formalizado. Ahora, cuentan, han de esperar a que la magistratura admita la querella a trámite.
El maltrato animal se perpetúa en las fiestas de Bizkaia
Las fiestas patronales vizcainas continúan incluyendo actos y eventos en los que, cuentan las mujeres, se incurre en el maltrato animal. Hace escasos días, Haiekin, una asociación animalista que opera en Bizkaia, presentó dos denuncias en la Diputación Foral por el "cruel maltrato" al que fueron sometidos unos burros en una carrera programada en Zalla.
"Los niños se subían a los burros, les pegaban, les azuzaban... ¡No hay derecho!", lamenta Nerea. En ese sentido, Haiekin lamenta que se eduque a los pequeños en actos "tan detestables", en los que la diversión pasa "por someter, golpear y forzar a seres tan indefensos y nobles como son los burros, y donde una expresión grotesca del abuso, la humillación y el maltrato a estos animales se convierte en celebración colectiva". Recuerda, además, que la nueva Ley de Protección Animal prohíbe explícitamente la participación de animales en los espectáculos y actividades recreativas de carácter itinerante.
Vacas estresadas en Getxo
La norma, pues, se incumple en Zalla. Y en Getxo. Nerea también subraya que en el acto de la sokamuturra –una suerte de cucaña vertical que tiene lugar durante la celebración de las fiestas del Puerto Viejo– los participantes azuzan a dos vacas para que les persigan. “Este año las trajeron en un camión. Desde Gipuzkoa”, se rabia. “Encima, el 10 de agosto [la fecha de la fiesta] hacía muchísimo calor”, agrega, indignada. La vecina del municipio costero recuerda que los bóvidos estaban visiblemente nerviosos y estresados por la situación. “¡Basta ya!” reclama.