La movilidad geográfica de los profesionales tras una crisis sanitaria en la que el trabajo en remoto se ha normalizado está generando nuevos modelos alojativos en las ciudades. Esta es una de las premisas con las que aterriza en Bilbao el coliving, formato en el que se unen la vivienda temporal y el espacio de trabajo comunitario. El grupo Marjal se propone transformar el edificio ubicado en Ibarrekolanda número 19 para inaugurar 62 estudios destinados al alquiler. La licencia de obras se encuentra actualmente en tramitación después de que fuera solicitada al Ayuntamiento de Bilbao el pasado mes de junio. Fuentes de la empresa alicantina confirman que la operación se enmarca dentro de un modelo de negocio llamado Suiters, por lo que subrayan que “no son apartamentos turísticos”.

El coliving no es una propuesta del todo novedosa en la capital vizcaina, ya que Bilbao Hostel ofrece esta modalidad desde hace un par de años. En la práctica es una propuesta intermedia entre un hotel y un piso compartido. Cada huésped cuenta con una estancia privada –en la que puede haber una cocina, dependiendo de la categoría– y, después, se puede hacer uso espacios comunes que se comparten con el resto de inquilinos (cocina, coworking, gimnasio, lavandería, almacén...). Desde la empresa alicantina apuntan que estos pequeños estudios no están orientados a estudiantes, sino a jóvenes profesionales que se desplazan por motivos laborales. “Se busca un ambiente más coherente con la experiencia residencial que se ofrece”, apuntan las mismas fuentes, quienes afirman que ya han podido testar este producto residencial en Alicante, donde abrieron su primer coliving en septiembre de 2022 con resultados que los han llevado a expandir el negocio a otras ciudades.

Aunque el proyecto en Bilbao está en una fase muy incipiente, el primer edificio implantado en la costa levantina puede aportar ciertos datos. “La estancia media actualmente es de 5,2 meses”, indican desde el grupo Marjal, donde la intención es que las estancias sean lo más largas posibles. Así, cuanto mayor es la permanencia, menor es el precio mensual. Actualmente, las tarifas mensuales que manejan en Alicante van desde los 800 euros hasta los 1.050 euros, dependiendo de factores como el tamaño o la orientación del estudio. “El 74% del público que tenemos es extranjero”, revelan las mismas fuentes, que son conscientes de que esta realidad puede cambiar en cada ciudad. De hecho, actualmente en Bilbao hay mucha demanda de alojamiento temporal por parte de trabajadores estatales de la industria audiovisual debido al boom de rodajes en el territorio.

MODELO EN EXPANSIÓN

Tras la apertura del primer edificio Suiters, el grupo Marjal está actualmente inmerso en el desarrollo de su modelo residencial en diferentes puntos del Estado, donde ya está en desarrollo en Madrid, Valencia y Málaga. Las próximas ciudades en las que desembarcará son Bilbao, Barcelona y Vigo. Su objetivo consiste en incrementar el valor de activos inmobiliarios y sus entornos buscando inmuebles que por sus circunstancias actuales provoquen perjuicios a la zona o a los vecinos. Según indican desde la firma alicantina, en Bilbao valoraron diferentes opciones antes de comprar el edificio que acogía las oficinas de Suez Treatment Solutions, empresa francesa dedicada al tratamiento de aguas, la gestión de residuos y mantenimiento. 

La situación actual de la vivienda, con alquileres altos incluso en pisos compartidos y una escasa oferta en el mercado, hace pensar que este tipo de alojamientos híbridos crecerán en los próximos años. A pesar de ser conscientes de tirón turístico de la ciudad, desde el grupo Marjal insisten en que los apartamentos no estarán destinados a visitantes. “No nos interesa tanto la rotación”, apuntan desde la empresa que pretende desarrollar soluciones flexibles en el ámbito residencial en base a las demandas que surjan según el contexto. Así es como en Suiters promueven espacios privados dentro de un edificio que pueda ofrecer experiencias comunitarias.