El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha querido hacer un esfuerzo, porque, "como servidor de la ciudadanía de Bilbao", considera que es rigor ofrecer un homenaje en forma de aurresku a la villa. “Lo hago sabiendo que no voy a bailar bien, pero es mi muestra de respeto y admiración por mi pueblo”, ha reconocido.
Acompañado de un dantzari, el alcalde de Bilbao ha ejecutado la tradicional danza en la plaza trasera de la Basílica de Begoña, abarrotada de fieles en este día de la amatxu.
Minutos antes, al término de la homilía del Obispo de la villa, Joseba Segura, el alcalde ha agradecido que, un año más, la cita con la patrona de Bizkaia se haya saldado con una afluencia de público masiva.
Asimismo, también ha expresado su deseo de que en la inminente Aste Nagusia la fiesta sea protagonista y ha recordado que los incívicos y los agresores no están invitados a la semana más grande de la villa.
"Quiero recordar a los que hoy no pueden estar"
Por otro lado, el regidor bilbaino ha aprovechado su tradicional visita a la Amatxu para honrar a aquellos que, por distintos motivos, no han podido acercarse a Begoña: "Hoy quiero recordar a los que hoy no pueden estar, a quienes, por razones de enfermedad o de dificultades económicas, lo están pasando mal", se ha dolido.
En ese sentido, también ha honrado "a un amigo que ha sido un gran servidor de Bilbao y otras administraciones" y que está atravesando un momento delicado, según el alcalde, que ha preferido mantener la identidad del mismo en el anonimato.