San Francisco contará para el verano de 2025 con un nuevo refugio climático externo diseñado en base a las aportaciones e ideas del vecindario, expresadas a través de un Consejo Consultivo. Este es el resultado de una iniciativa impulsada por el laboratorio de Innovación Social BBK Kuna, donde este miércoles se han presentado los resultados de la cuarta edición de Habitantes del Futuro, una encuesta en la que la población vasca ha esbozado las características que debería tener la ciudad ideal de las próximas décadas.
Precisamente, un 89% de las personas encuestadas se han manifestado a favor de que en esa ciudad del futuro haya más refugios climáticos, como el que se quiere habilitar en San Francisco. Para ello, y con la colaboración del Ayuntamiento de Bilbao, BBK Kuna ha constituido el Consejo Consultivo del barrio. Se trata de un órgano compuesto por 20 vecinos de la zona designados por sorteo. “Creemos que es una forma de integrar los deseos de la ciudadanía”, manifestaba el responsable de BBK Kuna, Kristian Prieto, quien recordaba que San Francisco “es un barrio con mucha densidad de población y pocas zonas verdes, por lo que hace falta un refugio climático externo”.
La concejala de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao, Nora Abete, recordaba que recientemente se presentaba una red de 131 refugios climáticos en la villa y anunciaba que a la misma se incorpora desde ya el propio edificio de BBK Kuna, ubicado en la calle Urazurrutia, en Bilbao La Vieja. En este sentido, Abete subrayaba la necesidad de asumir que “el cambio climático es una realidad, por lo que tenemos que adaptarnos y hacer una ciudad más resiliente”, remarcando el dato de que “la temperatura media de Bilbao ha subido más de 1 grado desde 1990 y se prevé que lo siga haciendo” en los próximos años.
El responsable del proyecto Habitantes del Futuro y director del Deustobarómetro, Braulio Gómez, señalaba que en la encuesta, realizada entre 1.000 personas de diferentes ciudades de Euskadi y “con un margen de error muy pequeño, del 4,5%, para Bilbao”, además de una demanda de más refugios climáticos, se refleja que “la gente sueña con una ciudad verde, con más naturaleza, menos coches y más humana”. En este último capítulo, destaca que, si bien se ve con buenos ojos la aplicación de la tecnología para infraestructuras generadoras de energía renovable, hay un rechazo del 70% de los encuestados hacia las cámaras de reconocimiento facial, que se elevaba a un 80% en el caso de los drones de vigilancia área. Así mismo, llama la atención que un 54% exprese el deseo de la implantación de zonas libres de wifi y conexión digital por datos. “Es muy fácil construirnos de forma incoherente, con actitudes ambivalentes. Por un lado, queremos más conexión, pero por otro lado queremos que nos salven cuando estamos hartos de esa conexión”, indicaba Gómez.
Otros resultados curiosos de la encuesta son el apoyo mayoritario a la existencia en las ciudades de más hoteles de insectos, lo que se enmarca en una línea de defensa de la biodiversidad, o el consenso absoluto que se daba entre las personas consultadas en contra de la desaparición de bares y restaurantes, aunque sí se manifestaban mayoritariamente a favor de la supresión en los entornos urbanos de las franquicias de establecimientos de comida rápida.
Tras ocuparse en la anterior ediciones del porvenir del empleo, de la alimentación y de la moda, esta cuarta entrega de Habitantes del Futuro se ha centrado en el de las ciudades,