La belleza de una flor proviene de sus raíces. En este caso, el origen de la floristería más antigua de Bilbao llegó de la mano de la familia Rementeria en el año 1915. No obstante, el apellido Rementeria lleva establecido en Deusto en torno a tres siglos. Antes de ser conocido por la floristería, tenía renombre en Ibarrekolanda por el txakoli que producía Pantaleón Rementeria.
Su nieto, por ser el mayor de sus hermanos, recibió el nombre de a su abuelo a quien le conocían como “el del txakoli”. A diferencia de su abuelo, estudió horticultura y jardinería en Francia –en el entorno de París– a principios del año 1900. Mientras Pantaleón se formaba en el país galo se codeó con personajes famosos de la época, como pintores muy reconocidos de aquellos años.
Sin una fecha clara en la que la Floristería Rementeria comenzó su trayectoria en la villa, la generación actual asegura que lo hicieron en 1915 porque mantiene, 109 años después, una medalla obtenida en unas jornadas agrícolas celebradas en Bilbao en 1916. Durante muchos años, el negocio afincado en Deusto ha sido proveedor del Ayuntamiento de Bilbao. El trabajo más antiguo del que existen referencias es el de la adjudicación que Pantaleón Rementeria tuvo en 1917. Por 4.512 pesetas llevó a cabo las obras en los jardines del parque del kiosco, en Santurtzi.
La Guerra Civil causó estragos en la floristería. Cayó una bomba en la caldera de carbón que tenían en los invernaderos afectando a la economía del negocio. A raíz de la explosión, perdieron todos los archivos de los primeros veinte años de trayectoria del negocio familiar conservados hasta entonces. No obstante, las primeras décadas del negocio persisten en la memoria histórica de la capital vizcaina.
En la actualidad, la tercera generación que está al frente de la Floristería Rementeria continúa dedicándose a la horticultura ornamental y floristería. Cuentan con productos florales de alta calidad. Están especializados en la flor y la planta natural. Les avala su dilatada trayectoria y experiencia a lo largo de los 109 años que el negocio bilbaino ha estado instalado en la villa.
La tercera generación de la floristería, dirigida por Aitor Rementeria, comenzó a trabajar en 1978 en el vivero en el que estaban su tío y su hermano, en la calle Ramón y Cajal. 46 años después, Aitor continúa al frente del negocio familiar situado en Lehendakari Aguirre. Su historia en la floristería comenzó en el momento en el que su hermano se fue a hacer la mili.
En casa hacía falta ayuda con el negocio familiar y tuvo que echar una mano. Lo hizo con 16 años. Amante de la geología, estuvo durante sus primeros años estudiando y trabajando en la Floristería Rementeria. No obstante, con el paso de las semanas en el vivero le comenzó a entrar el gusanillo. Veía futuro en el negocio y dejó de estudiar para dedicarse a tiempo completo a la floristería.
De cuando comenzó en el negocio, no se olvida de su amor por trabajar en el vivero, por las regaderas que había –menos una muy grande que no le gustaba nada–. Era tal su pasión por la floristería que se sabía el sabor de todas las flores que mordía.
En los últimos 46 años ha cambiado en el modelo de negocio, pero no lo ha hecho en el trato con el cliente. Una atención personalizada a cada persona que entra por la puerta del local que ha convertido a la Floristería Rementeria en un punto de referencia en la capital vizcaina.
Por el momento, la próxima generación de la Floristería Rementeria está en el aire. Los tres hijos de Aitor han estudiado sus respectivas carreras universitarias y no están muy vinculados con el negocio. No obstante, la tercera generación preguntará a sus hijos, en el momento de cerrar el negocio de manera definitiva, si quieren continuar con el tradicional negocio de la Floristería Rementeria.