La isla de Zorrotzaurre no solo crece con nuevas calles, edificios residenciales, apertura de entidades educativas y futuros asentamientos de empresas tecnológicas.
La nueva zona de desarrollo de Bilbao también se ensancha con la cultura como base y no una cultura cualquiera sino relacionada con el urbanismo y muy pegada a diseñadores y vecinos que trabajan y moran en la isla.
Así lo ha reconocido la Comisión Europea que ha seleccionado tres prototipos de urbanismo temporal creados en la zona de Ribera de Deusto, el barrio centenario de Zorrotzaurre, como ejemplo de éxito a imitar por otras ciudades en el viejo continente.
El aval ha venido por parte de un grupo de representantes de la Comisión Europea que visitaron los pasados 13 y 14 de junio la isla para conocer el ecosistema de proyectos culturales y educativos en marcha.
Tras el recorrido guiado por los diferentes estudios de diseño y actividades culturales presentes en la antigua península, los especialistas seleccionaron el trabajo conjunto como modelo a seguir al considerar que las industrias creativas y los usos temporales del espacio pueden generar valor en los solares urbanos vacíos donde se han desarrollado.
Han sido alumnos de tres universidades vascas los que, en el marco del proyecto europeo T-Factor desarrollado en el último cuatrienio, han participado con diferentes iniciativas al igual que efectuaron alumnos de otras cinco urbes europeas, en concreto, Ámsterdam, Kaunas, Lisboa, Londres y Milán, incluidas en el mismo proyecto
Con estudios de diseño
Los estudiantes no trabajaron solos ya que recibieron el apoyo de profesionales creativos cuyos estudios y lugares de trabajo se encuentran precisamente en la isla.
El objetivo que T-Factor buscaba era “explorar los usos temporales del espacio como estrategia para diseñar una ciudad más sostenible e inclusiva, probando propuestas nuevas con la participación de vecinos y otros agentes del entorno”. Así lo han definido fuentes del centro cultural Espacio Open, uno de los 25 socios a nivel europeo que han desarrollado la iniciativa junto también a otros dos impulsores locales, la sociedad municipal Bilbao Ekintza y el Instituto Tecnalia.
Las iniciativas que han participado en el proyecto piloto ha sido tres. La primera se ha denominado Erriberritu y ha consistido en un generar un espacio donde el vecindario de la Ribera de Deusto pueda dejar y coger objetos de forma totalmente gratuita.
Una zona de intercambio ubicada en las cercanías de la vieja Fábrica Artiach que fue diseñada por alumnado de Mondragon Unibertsitatea, con la ayuda de Studio Petit Muller, un grupo de artistas ubicado en la propia galletera. Según explican desde Espacio Open “durante los últimos meses los habitantes de Ribera de Deusto han utilizado este punto de intercambio dejando libros, ropa que ya no utilizan o juguetes, entre otros diversos objetos”
El segundo espacio habilitado se bautizó como Chimenea Verde, y consiste en una estructura para el descanso creada con elementos reciclados y materiales biodegradables por estudiantes de la Universidad de Deusto. En este caso colaboró Godot Studio, un grupo de diseñadores también asentado en la isla de Zorrotzaurre.
El tercer prototipo ha sido Valla, así tal cual. Se trata de una antigua valla publicitaria que nadie usaba y se encuentra instalada en la peculiar cafetería Jardín Secreto Bilbao que se ha convertido en un espacio para intervenciones artísticas. En su diseño han trabajado en comandita alumnos de IED Kunsthal, el colectivo de arquitectos Fiasco y el propio Espacio Open.
Otro cuarta intervención analizada por los técnicos de la Comisión Europea e incluida en el proyecto T-Factor fue Ezinbestekoak. En este caso no han sido universitarios sus ideólogos sino los propios habitantes del barrio.
Esta denominación bautiza un mobiliario diseñado para gatos y otros habitantes no humanos de la isla gracias a la colaboración entre el estudio de diseño Abad Design, el grupo de vecinas que cuida la colonia felina del barrio y asociaciones proanimales de la villa.
Ecosistema particular
Estos cuatro ejemplos se vieron arropados también por la amplia presencia en Zorrotzaurre de estudios de diseño que ayudan a generar ese entorno tan particular.
Los tres representantes europeos realizaron también una ruta por estas empresas que han participado en el desarrollo del piloto Bilbao. Así conocieron el trabajo que lleva a cano el centro cultural Espacio Open, IED Kunsthal, Mondragon Unibertsitatea y los proyectos creativos Godot Studio y Estudio Petit Muller, entre otros.
“De esta forma, pudieron ver una parte del ecosistema cultural y creativo que está presente en La Ribera de Deusto–Zorrotzaurre”, especificaron desde Espacio Open.
Una filosofía recogida a la perfección por los proyectos acometidos en la isla que ha sido la causa por la que han sido reconocidos como ejemplo a seguir. De hecho, la visita de la delegación de tres miembros de la Comisión Europea a Bilbao ha supuesto el evento de cierre del proyecto, que finaliza tras cuatro años de desarrollo. “Demuestra el interés de las instituciones europeas en las industrias culturales y creativas como generadoras de valor y sostenibilidad a nivel económico, social y medioambiental”, concluyeron fuentes de Espacio Open.
Al detalle
Comisión europea tres miembros en la delegación
Emanuela de Menna, responsable de políticas sobre Patrimonio Cultural, y los investigadores en políticas culturales y economía creativa Cristina Farinha y Alexander Tölle.
Otras visitas a estudios de diseño de Zorrotzaurre
Los representantes de la Comisión Europea además de las intervenciones concretas también conocieron el trabajo de los estudios de diseño que han trabajado con los alumnos en sus ideas.
Espacio Open uno de los impulsores del proyecto
Se definen como un ecosistema de proyectos creativos de impacto social en positivo. Llevan desde 2009 en la antigua Fábrica Artiach trabajando en la intersección entre cultura contemporánea, tecnología y cuestiones sociales.
Cuatro años un recorrido con tiempo para pensar
El prolongado plazo en el que se ha desarrollado el proyecto T-Factor ha servido para que hayan participado universitarios de varios cursos y que las universidades hayan elegido las mejores ideas entre todas las propuestas.
Retos adaptados a la idiosincrasia de la isla
En Zorrotzaurre, T-Factor ha respondido a algunos de los retos del barrio, como son la generación de nuevas oportunidades económicas, la colaboración entre los diferentes agentes de la isla y el fortalecimiento del tejido local.
La cifra
25
Además de los tres copartícipes locales han apoyado la iniciativa otros 22 socios europeos entre los que destacan el Politécnico di Milano, TU Dortmund University, el distrito de Camden en Londres o el Kaunas Fortress Park.