Cuando hace mucho calor, nuestro cuerpo tiende a subir su temperatura. Para conseguir estar más frescos, lo intentamos todo, nos duchamos, encendemos el ventilador, el aire acondicionado, bebemos una bebida refrescante o tomamos un helado.
Lo que muchos no saben, es que comiendo alimentos picantes podemos engañar a nuestro cuerpo para bajar la temperatura y poder sobrellevar mejor el calor, junto a otras medidas que podamos llevar a cabo para refrescarnos.
El picante es el típico condimento que, o lo amas o lo odias, por lo que, para algunos será todo un sufrimiento y para otros un gusto.
No es el picante en sí el que reduce la temperatura, sino que es concretamente uno de sus compuestos el que consigue que se haga de manera eficaz. Específicamente la Capsaicina, una molécula presente en plantas del género Capsicum. Puede que con este nombre no las conozcamos, pero principalmente son las guindillas y chiles, con las que además se realizan diferentes salsas y condimentos como el tabasco, pimienta de cayena o la paprika.
¿Cómo funciona realmente la capsaicina?
Por extraño que parezca, la ingesta de alimentos picantes (que tengan este componente) ayudan a bajar la temperatura corporal debido a que activa los receptores nerviosos que se encargan de avisar cuando el cuerpo siente que se está quemando. Este compuesto engaña a nuestro cuerpo haciéndole creer que nos estamos abrasando.
Normalmente, al consumir un alimento excesivamente picante tendemos a sudar, lo que ayuda a nuestro cuerpo a bajar la temperatura corporal y por ende el cuerpo expulse calor.
En este caso, tendremos que tener en cuenta que funcionará mejor en aquellos lugares que tienen un clima seco, es decir, tendremos que encontrarnos en un lugar en el que la humedad sea baja para que este truco funcione. En el caso de aquellos lugares donde la humedad es alta, el sudor no se evapora y por ende el cuerpo no eliminará el calor y no se logrará bajar la temperatura corporal.
Este truco puede no ser efectivo en personas con alta tolerancia al picante y para ello se pueden tomar otras medidas que consigan mantener una temperatura corporal más baja
Otros trucos para bajar la temperatura corporal
Bebe suficiente agua
Es uno de los pasos más importantes, ya que estar siempre bien hidratado es una buena forma de mantener estable tu temperatura. En el caso de no tener una buena hidratación podrías sufrir un golpe de calor y sus posteriores consecuencias.
Aplica frío en zonas clave
Existen zonas clave como las muñecas, tobillos o cuello, donde se puede aplicar frío mediante paños húmedos o incluso colocarlos bajo el grifo durante un rato. Aplicando frío sobre estas se consigue bajar la temperatura de la sangre rápidamente.
Dieta ligera y fresca
Los días de más calor, evita comidas copiosas, frituras o demasiado calientes. Elige frutas y verduras y una comida fresca, que aportarán un alto contenido de agua a tu dieta.
El calor nos puede desesperar en muchas ocasiones, pero debemos mantener la calma y hacer caso a los expertos, que serán quienes nos aconsejarán que hacer en caso de una deshidratación o un golpe de calor. Aunque con estos trucos, puedes llegar a solventar el excesivo calor del verano.