Bilbao celebra su cumpleaños, cada año, con diversos actos que sirven para homenajear unos orígenes que están presentes en el sentir de una ciudadanía que siempre se muestra orgullosa de reivindicar su gentilicio. Ser bilbaino no es lo mismo que ser de otra ciudad. Podría parecer una obviedad. Pero quienes llevan este sentimiento de pertenencia impregnado en los huesos conocen lo que significado mejor que nadie. El alcalde Juan Mari Aburto ha recalcado este sábado dicho orgullo, el mismo que impulsa que la ciudad camine hacia delante para abordar los retos del futuro propulsada por un pasado en el que ha sabido lidiar con cada uno de los desafíos a los que se ha enfrentado. El 724 cumpleaños de la villa es el pretexto perfecto para recordar el origen de esta ciudad.
Dentro de los actos conmemorativos del aniversario de la ciudad, probablemente el más popular sea Gau Zuria, evento cultural que se celebra durante dos jornadas con diversidad de intervenciones artísticas que aglutinan un público multitudinario. Sin embargo, la efeméride suma varios actos protocolarios y solemnes que, este año, por primera vez, han confluido este sábado. La tradicional izada de la bandera de Bilbao, que habitualmente se lleva a cabo el 15 de junio, ha coincidido con el desfile oficial de la corporación municipal hasta la Plaza Circular y la ofrenda floral ciudadana que cada año se celebra ante la estatua de Don Diego López de Haro.
Es ahí donde el alcalde ha recordado que es un “día especial, de celebración” por lo que el mensaje tiene que ser “de fiesta, alegría y disfrute”. No obstante, ha apelado a que sea “desde ese sentimiento tan especial del orgullo de Bilbao, del orgullo de ser bilbaina y bilbaino”. Es entonces cuando ha evocado el orgullo del pasado, de los antepasados y de la ciudad que dejaron. Pero también “el orgullo del presente, el presente con sus proyectos, con una ciudad que progresa y asume los retos que tiene y también los problemas, y que se proyecta al futuro. A un futuro que tiene que ser apasionante e ilusionante”. En esa línea, ha exhortado a los bilbainos y bilbainas a afrontarlo juntos con el objetivo de “dejar un Bilbao mejor para nuestros hijos e hijas”.
LOS ACTOS CONMEMORATIVOS
El programa ha comenzado en los jardines centrales de la plaza Ernesto Erkoreka, donde se ha llevado a cabo la izada de la Bandera de Bilbao, enseña de la villa desde 1845. Se trata de una bandera blanca, con un cuadrado rojo en la parte superior izquierda, en una proporción de tres partes de largo por dos de ancho, que corresponde a una antigua enseña marítima distintiva de los barcos mercantes de Bilbao. Si ya en 1845 fue asumida por la población y el propio Consistorio, desde 1895 se adoptó de forma permanente. Sin embargo, no fue oficializada hasta noviembre de 2016, tras recibir el informe positivo de Eusko Ikaskuntza. Este sábado el alcalde, ayudado por una dantzari, ha izado una bandera de dimensiones colosales junto a la casa consistorial después de que bailaran un aurresku.
El acto se ha celebrado a pocos metros del histórico Banco Juradero de Beteluri, una pieza escultórica del siglo XVIII que cumple 21 años en su actual ubicación después de que fuera trasladada en 2002 desde Doña Casilda. Tras este acto en el que han estado presentes prácticamente todos los concejales de la corporación municipal, la comitiva se ha trasladado, por la acera y respetando los semáforos en rojo, con la Banda Municipal de Txistularis y los dantzaris abriendo paso hasta la Plaza Circular, donde se encuentra la estatua de Don Diego López de Haro, obra del escultor Mariano Benlliure.
Después del aurresku de honor y una ezpatadantza con música, mientras el concejal Asier Abaunza sujetaba la bandera, se ha llevado a cabo una ofrenda floral que cada año se celebra como homenaje al fundador de Bilbao. Un año más, el Ayuntamiento ha invitado a toda la ciudadanía a depositar flores, claveles rojos y blancos en consonancia con la enseña bilbaina, ante la estatua de Don Diego. Como es habitual, el acto ha contado con la presencia de reconocidos rostros de la vida social, cultural, económica y política de la villa, así como miembros del Cuerpo Consular, Ilustres de Bilbao, representantes del comercio y de la hostelería o miembros del Consejo Cívico de la villa de Bilbao