La navegabilidad por el curso central de la ría en Bilbao ha cambiado en las últimas décadas de forma radical. Si en los años 80 del siglo pasado todavía llegaban a los muelles de Abandoibarra los barcos cargados de plátanos procedentes de Canarias tras abrirse las dos hojas del puente de Deusto, hoy solo navegan por esa zona embarcaciones deportivas y de ocio de baja altura.

“El interior de Bilbao ya no es un puerto como antes”, describió Asier Abaunza a la hora de contestar a algunos vecinos que reivindicaban que se permitirá subir grandes barcos hasta el puente Euskalduna.

A pesar de ello, el Ayuntamiento sí quería mantener unas instalaciones donde pudieran atracar grandes buques y fueran memoria de la tradición mercantil de la villa.

El concejal del Área de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público, citó como ejemplo la ciudad de Burdeos para poner en contexto la necesidad y el coste que supondría construir dos puentes móviles en Bilbao para permitir la navegación hasta los muelles de Itsasmuseum.

La capital gala se encuentra en la cabecera del estuario del río Garona, y su amplitud y profundidad históricamente también permitió el tráfico marítimo. Burdeos sí cuenta con un gran puente levadizo de hormigón y acero inaugurado en 2013 que permite el paso del tráfico rodado y peatonal que salva un cauce fluvial de más de 400 metros de ancho.

El concejal bilbaino razonó la decisión de las autoridades locales de Burdeos de construir este costoso viaducto movible –su nombre es puente Jacques-Chaban-Delmas–, en base al numeroso tráfico de cruceros de ocio que llegan hasta la terminal marítima construida en el centro de la ciudad, lo que obliga a su apertura constante. Y eso a pesar de que cada vez que se iza en vertical el tablero central como si fuera una plataforma, el tiempo de espera, tanto a pie como en cualquier medio de locomoción, como mínimo supera la media hora hasta que pase el crucero y se pueda restablecer el tráfico entre las dos orillas.

Sí habrá un puente móvil

Pero Bilbao sí tendrá un puente móvil, aunque quizás será el último que se construya. Es el que el Plan General de Ordenación Urbana tiene previsto construir por encima de la ría en el último tramo del cauce que transcurre por la villa. Sobre esta conexión, que se tenderá entre el extremo de Punta Zorrotza y barrio de Elorrieta en la margen derecha de la ría, el concejal jeltzale expuso en la reunión con los vecinos que “ese paso sí tendrá carácter móvil para permitir la navegabilidad precisamente hasta el muelle de Zorrotza”.

Así mismo, puso como ejemplo, la pasarela ciclable y peatonal cuyas obras comenzará en breve la Diputación Foral de Bizkaia para unir aguas abajo, entre Barakaldo y Erandio las redes de bidegorris de ambas orillas del ría.