El puente de Bolueta, que une este barrio bilbaino con Basauri, se ensanchará para dar cabida al bidegorri que unirá ambos municipios. La plataforma se acoplará en el lado aguas abajo, para incluir un itinerario peatonal de dos metros de ancho y otro para bicicletas de tres. También será necesario reducir el ancho de la calzada.

Inicialmente, el tramo Bolueta-La Baskonia, incluido en la bicipista del Nerbioi-Ibaizabal no contemplaba la ampliación del puente, al incorporar la vía ciclista redistribuyendo espacios y ocupando la acera que discurre en el lado aguas abajo del puente. Sin embargo, durante el periodo de información pública, el Ayuntamiento de Bilbao solicitó el mantenimiento de dicha acera pero, como el estudio y viabilización de la ampliación del tablero del puente requería una serie de trámites (Agencia Vasca del Agua, Patrimonio, información pública en suelos afectados...) se suspendió el proyecto en el tramo correspondiente al puente de Bolueta, para no comprometer los plazos. Ahora, la Diputación ha sacado a exposición pública esta obra, para ir dando pasos adelante con la iniciativa.

La actuación se inicia en el cruce de esa carretera foral, justo antes del puente, en la margen izquierda del Nervión. Aquí se instalarán semáforos para conectar ambos lados del vial. El tablero del puente se ampliará en dos metros, en su lado aguas abajo, lo que permitirá habilitar un itinerario peatonal de dos metros de anchura y otro de tres para ciclistas. Se mantendrá además la acera de la otra margen aunque para ello habrá que reducir el ancho de la calzada, que ahora tiene siete metros a 6,5. En el lado de Bilbao, los carriles conectan con la red ciclable y peatonal municipal.

Para llevar a cabo esa ampliación se utilizará una pasarela metálica, sobre la que se dispondrá un tablero de madera. Estará formada por dos vigas metálicas continuas a lo largo de toda la estructura, con un contrapeso como anclaje

Este tramo permite unir las líneas ciclistas ya ejecutadas y previstas entre Bilbao, Etxebarri y Basauri. Por un lado, con la capital vizcaina, hacia Santa Ana, el parque de Montefuerte y el barrio de Miribilla, y, hacia Basauri, a la parte alta y baja del municipio, además de conectar con Etxebarri a través del parque de Kukullaga. Este eje pone asimismo en valor el antiguo trazado del tranvía Bilbao-Durango-Arratia. Y es que en la margen izquierda han empezado ya las obras para habilitar un trazado de 1.100 metros, a unas decenas de metros de donde se ubica la boca de acceso al túnel de El Boquete.

De recorrido totalmente plano, excepto unas ligeras pendientes en sus extremos, las obras incrementarán la anchura de la plataforma desde los 1,5 metros que servían al tranvía a los seis que admitirán el paso de ciclistas y personas, cuatro metros para ambos sentidos del bidegorri y otros dos para los peatones. Con estas dimensiones, este tramo va a ser el trazado más ancho de la red foral de bidegorris, incluso por encima de los 3,8 que ofrece la bicipista ya estrenada en Amorebieta.

Hasta 6.400 desplazamientos

El departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial ha calculado también la demanda de tráfico que tendrá este tramo de bidegorri a su paso por el puente de Bolueta. En un escenario intermedio, en 2029, se prevé que utilicen este vial 2.100 personas, los días laborables y sábados; los domingos el uso descendería hasta los 1.900 desplazamientos. Para 2035, se calculan 6.400 viajes las jornadas laborales, 6.000 los sábados y 5.100 los festivos. En estas previsiones se han tenido en cuenta tanto los desplazamientos que se realizan por necesidad, como los que corresponden al ocio y el deporte.

El puente de Bolueta se encuentra en la carretera foral BI-712, sobre el río Nervión. Se trata de una estructura de fábrica de piedra y hormigón, construida en el siglo XIX, y reconstruido en los años 40 del siglo XX tras su voladura parcial durante la guerra del 36. El tramo principal consta de cuatro arcos, de unos 20 metros de luz, que permiten salvar el cauce. En los años 70, el tablero fue ampliado mediante el añadido de dos vigas prefabricadas a cada lado.

Las obras, que se prolongarán durante un total de siete meses, se tendrán que llevar a cabo sin establecer desvíos del tráfico motorizado, ya que al tratarse de un puente fluvial es complicado encontrar otras ruta alternativas para los vehículos que lo utilizan. Así, se dará paso alterno a cada sentido de la circulación. Por ejemplo, cuando se estén realizando los trabajos para el voladizo se utilizará el carril aguas arriba para la circulación, con elementos como semáforos que den paso alternativo. Los peatones podrán seguir utilizando la acera existente en el lado derecho en sentido Bilbao.