El mapa diseñado y actualizado por Meteoblue hora tras hora, muestra las zonas más cálidas de la capital vizcaina siendo tanto el centro de la ciudad como los barrios interiores, los lugares señalados en rojo durante las horas centrales del día. El cambio climático sumado al fenómeno meteorológico de El Niño. La anomalía atmosférica convertirá las temperaturas en más cálidas y estará presente hasta al menos, abril de 2024. Ante el cambio climático, con el contexto de aliviar en la medida de lo posible el set térmico de diferentes puntos de la ciudad, para el próximo año se llevará a cabo el Plan de Infraestructuras Verdes presupuestado con 53.000 euros. Tratará de la creación de una herramienta que servirá de gran ayuda para la toma de decisiones en cuanto a la implantación de zonas verdes. “La idea es poder hacer una modelización térmica de la ciudad, es decir, en base a diferentes variables o diferentes parámetros que pueden llegar a ser desde el viento o las corrientes que hay en una calle o en el suelo”, indicó el director de Sostenibilidad Víctor Triviño.
En las zonas urbanas, sobre todo en el centro de las ciudades, se suelen encontrar temperaturas considerablemente más altas que en las zonas rurales debido a un fenómeno conocido como el efecto de la isla de calor urbano. Este se produce en aquellas zonas urbanas que experimentan temperaturas más altas que en las zonas circundantes al centro de la ciudad debido a la actividad humana. Además, este efecto se produce principalmente por las estructuras urbanas, los edificios se encuentran muy próximos entre ellos y, otro tipo de factores que contribuyen a que las ciudades se calienten de una forma más rápida que las zonas rurales.
Los espacios verdes como los parques y otras zonas recreativas del interior de la ciudad logran proporcionar un efecto refrescante que logra combatir contra ese calor urbano que se genera con la actividad diaria promedio de la capital vizcaina. Este verano, el ayuntamiento de Bilbao conformó una red de 130 refugios climáticos para sofocar las altas temperaturas. “La visión es que dentro de unos años hayamos conseguido reducir el cambio del impacto climático”, añadió el director de Sostenibilidad.
A nivel de Bizkaia, el Plan de Infraestructuras Verdes presupuestado para el próximo año 2024 es pionero porque ese análisis que se llevará a cabo de manera científica y global de toda ciudad para poder trazar una hoja de ruta en cuanto a como se implementarán las soluciones con infraestructura verde y azul es algo novedoso en Bilbao. De la misma manera, hay otras ciudades que están trabajando en la misma dirección porque es un reto globalizado. “Hay otras ciudades que trabajan en esta dirección porque estamos ante un reto global”, manifestó Víctor Triviño.
Plan Infraestructuras Verdes
La idea principal es tener una herramienta que ayude en la toma de decisiones en lo que sería la implantación y el desarrollo de la infraestructura verde mediante soluciones basadas en la naturaleza. Y que, permita conocer el impacto que tendría en el confort térmico de los lugares en los que se ubiquen las soluciones basadas en la naturaleza. “La herramienta nos servirá de ayuda para tomar decisiones en cuanto a la implantación de zonas verdes basadas en la naturaleza”, explicó el director de Sostenibilidad.
A raíz del Plan de Infraestructuras Verdes se puede conocer el tipo de caracterización térmica de la ciudad y observar en que puntos existe un estrés térmico mayor y menor. Una vez hecho el análisis se podrá identificar las zonas que requieran de más atención por tener un estrés térmico mayor a la media. Además, se podrá reconocer los espacios o lugares que potencialmente acojan soluciones basadas en la naturaleza porque pueden encontrarse espacios que si estén sufriendo dicho estrés térmico pero bien por sus características, el entorno o la ubicación no son susceptibles de acoger determinadas infraestructuras verdes.
El objetivo de la herramienta es la obtención de una serie de indicadores basada en criterios objetivos. Y una vez llevada a cabo la observación, valorar cuales serían las mejores decisiones desde el punto de vista ambiental desarrollando corredores ecológicos en la ciudad. “No es una cuestión subjetiva decidir esas zonas sino que en base a criterios e indicadores, analizar el estrés y el confort térmico y el potencial de acoger soluciones basadas en la naturaleza”, puntualizó Trimiño. Para que los niveles de estrés térmicos no sean tan altos como las previsiones esperan, se espera que gracias al Plan de Infraestructuras Verdes presupuestado en 53.000 euros para el próximo 2024 ofrezca soluciones basadas en la naturaleza, contando con una infraestructura verde y azul mayor y distribuida por toda la ciudad, es decir, que alcance al conjunto de los barrios y distritos. Además, que los puntos puedan estar interconectados a través de corredores ecológicos en los que se pueda vivir mejor.