La conciencia sobre la importancia de cuidar la salud a raíz de la pandemia ha agudizado una inclinación a la práctica deportiva que ya era creciente. De hecho, el número de centros deportivos privados que ha abierto en Bilbao en la última década se ha sextuplicado en comparación con la anterior. Y la tendencia sigue al alza. Actualmente hay otros nueve centros en obras. La atención más personalizada que ofrecen este tipo de locales, así como el aumento de la oferta, no solo cuantitativa, sino cualitativa, es con la que consiguen, cada día, captar más clientela. Centros especializados en boxeo, pilates, crossfit o yoga se suman a los gimnasios low cost. La oferta es inmensa.
“En la gran mayoría de centros se ofrece algún servicio dirigido con entrenador, no son las clases grandes de los gimnasios convencionales, en los que aplica el sálvese quien pueda. Creo que la gente está valorando mucho la atención personalizada”, explica al respecto Jon Causo, quien gestiona el Crossfit Deusto desde diciembre de 2022, compaginándolo con el centro que abrió en Gernika. “Estoy muy contento de que haya competencia, es bueno que abran centros de crossfit nuevos”, considera el empresario. Otra perspectiva es la que muestra Santi Ostolaza, quien a finales de 2019 abrió los centros Morales Box y Ágora Yoga & Pilates. “Hasta ahora, en Bilbao, nos beneficiaba la apertura de más locales, pero creo que a partir de ahora vamos a empezar a notar la competencia de forma mucho más directa. Hay grandes grupos que están invirtiendo en locales, lo que a nosotros, como pequeños empresarios, nos afecta más”, evidencia.
Según datos aportados por el Ayuntamiento de Bilbao, de 2014 a 2023, se han abierto un total de 102 negocios privados dedicados a actividades deportivas. Se trata de una cifra que sextuplica la de la década anterior (de 2004 a 2013), cuando solo se abrieron 16 centros deportivos. Es reseñable también que actualmente hay nueve locales más en obras, con los que se sumarán 1.018 plazas más. Todas estas aperturas han tenido como consecuencia que desde que comenzó la pandemia Bilbao Kirolak haya perdido cerca de 10.000 socios. Sin embargo, que la práctica deportiva mantiene buenas cifras se percibe en que uno de cada cinco bilbainos es socio de los polideportivos municipales de la villa.
Buena salud
Según Jon Causo, la situación de los últimos años ha provocado que la gente vea que un pilar fundamental para tener buena salud es una rutina de ejercicios, de movimientos. “¿Qué luego, además, ven resultados físicos? Fenomenal, pero es la recompensa final. La mayoría entran preguntando qué ofrecemos porque buscan un cambio físico pero cuando empiezan, se quedan por el resto de cosas: aumenta su autoestima, notan que progresan y su salud mejor”, añade el responsable de Crossfit Deusto, quien considera que el crossfit es una forma de entrenar nueva que atrae mucho por el entrenamiento “semipersonalizado” que ofrece. “Los grupos son muy pequeños. Durante una hora te dejas guiar, te dicen cómo hacerlo de la mejor manera”, expone Causo.
Su primera incursión en el mundo del crossfit fue en 2016, en el centro de Urquijo, después de pasar varios años de forma sedentaria mientras estaba en la Universidad. “Entré porque me veía mal físicamente, veía que mi cuerpo era un despropósito, y al final he cambiado mi vida drásticamente”, revela Jon Causo, quien abrió primero un centro en Gernika antes de tomar las riendas del de Deusto, con otros socios que apostaron por el proyecto. “Nos dijeron que ese box estaba un poco abandonado, porque los propietarios anteriores no le hacían mucho caso. Sabíamos que tenía muchísimas posibilidades por la ubicación, el tamaño y el beneficio que conlleva este tipo de entrenamiento”, explica sobre el centro en el que también combaten contra los prejuicios. “Lo del ambiente de secta tiene algo de verdad, pero en el mejor sentido. Es una secta que te atrapa para mejorar tu salud y tu día a día”, afirma Causo.
“En Bilbao, actualmente hay ocho o nueve centros de crossfit; hace poco ha abierto uno en Sarriko. En Bizkaia hay unos 23 o 24”, revela sobre esta modalidad que cada vez cuenta con más adeptos. “Los mejores comerciales que tenemos son los propios atletas, buscan para su entorno cercano los mismos beneficios que obtienen para ellos”, agrega el empresario, quien expone que el cliente más joven de su box de crossfit–nombre que recibe la instalación donde se practica esta disciplina– tiene seis años y el mayor, 72 años. “Hay algunos centros donde tienen clientes de más de 80 años entrenando a diario”, matiza.
Locales ‘limpios’
Moralex Box, una pequeña franquicia de que tiene siete centros en el Estado, abrió sus puertas pocos meses antes de la crisis sanitaria. “Nos diferenciamos de otras franquicias dedicadas al boxeo que vienen de Estados Unidos, que son mucho más grandes y su objetivo es abrir, captar socios, rentabilizar el negocio y cerrar”, puntualiza Santi Ostolaza, quien indica que en Bilbao siempre ha habido mucha afición al boxeo. “Lo que no había eran locales donde practicar boxeo que no estuvieran en el límite del bien y del mal. El boxeo se supone que es una práctica deportiva de gente un poco macarra, no había locales limpios donde poder practicar el deporte. Luego entró en Olimpiadas y limpió bastante su imagen”, concreta el empresario, quien añade, además, que el porcentaje de mujeres que lo practican ya llega al 40%.
La otra cara de la moneda es Ágora Yoga & Pilates, la otra mitad del negocio que abrió tras el cierre de Hydra Moyúa. “El crecimiento del pilates está siendo más lineal. Entró fuerte en España en 2002, también de Estados Unidos. Y el aumento del yoga, desde la pandemia, está siendo brutal. Está más relacionado con el bienestar mental que con el deporte”, dice.
En cualquiera de los dos casos, garantiza que el valor añadido que ofrecen “es la atención personalizada, saber el nombre del cliente y conocer sus circunstancias. Es lo que nos da capacidad de competencia con respecto a las grandes inversiones”. En ese sentido, asevera que “tener un profesor para un máximo de 10 personas es lo que favorece, sin duda, que el progreso sea mucho mayor, sea la actividad que sea”. Además, Ostolaza apunta que la especialización de los centros dedicados en exclusiva a una modalidad deportiva concreta conlleva que también el profesorado tenga una formación mucho más específica.