LA lluvia obligó a los participantes en la Euskalerriko Eskautak Bizkaia a cambiar de lugar para la celebración de su fiesta anual. Del monte Avril, cientos de jóvenes trasladaron los diferentes actos al centro Begoñazpi de Bilbao donde se cobijaron del mal tiempo que fue protagonista a lo largo de la jornada dominical. Sin embargo, los participantes pusieron buena cara al mal tiempo y aprovecharon las múltiples actividades que se organizaron para la ocasión.

El lema de esta edición ha sido –Mundua elkarrekin eraldatzeko prest– con el propósito de dar visibilidad a toda esa energía dispuesta a despejar los nubarrones y las tristezas que acechan la vida cotidiana en la geografía vizcaina. Para ello contaron con la colaboración de otra gran red humana que trabaja en silencio y sin descanso ayudando a otras personas: Caritas Bizkaia.

De hecho, tal y como explicó Carlos Bargos, presidente de esta entidad, la gran fiesta de Euskalerriko Eskautak Bizkaia supone “la fusión de dos grandes mundos con un enorme potencial de transformación”. La intensa labor de renovación, innovación y revolución amparada por ambos agentes sociales quedó patente en la feria que montaron en el epicentro de la fiesta: 11 stands que mostraron las conexiones reales que ya han formado Cáritas y el movimiento eskaut en distintos puntos de Bizkaia. Mungia, Gallarta, Santurtzi, Barakaldo, Orduña, Galdakao, Durango, Muskiz o Getxo son algunos ejemplos de esa colaboración en proyectos tan importantes como el acompañamiento a personas mayores, programas de acogida o iniciativas locales vinculadas con la infancia, la juventud y la emancipación, la promoción personal o las tiendas de comercio justo y las de Koopera. La celebración de Gorka Eguna comenzó sobre las 10.00 horas con la llegada de los grupos. La organización instaló una txosna y habilitó un espacio para la venta de merchandising eskaut. Por la tarde fue el turno para el baile, la comida y los espectáculos, donde no faltó la magia y la tradicional romería.