Un juzgado de Bilbao ha admitido a trámite la denuncia presentada por un ciudadano particular contra la propiedad del edificio de Molinos Vascos, la sociedad ACSA, por un presunto delito patrimonial ante la falta de mantenimiento del edificio industrial de casi un siglo que tiene la mayor protección por parte del Gobierno vasco y que por ley tiene que ser atendido por los propietarios.

Pero hay más. El juez también ha admitido otra denuncia en similares circunstancias por otro de los elementos industriales patrimoniales sitos en la península de Zorro-tza, a apenas 500 metros de Molinos Vascos y que se encuentra en igual estado de deterioro. Son los conocidos como Talleres de Zorroza, construidos en el siglo XIX, que también gozan de protección como monumento y que todavía mantiene dos pabellones en pie al lado de la ría.

La denuncia se la encontró el abogado de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP, cuando iba a presentar una idéntica por las mismas causas, tras recoger abundante documentación y argumentos jurídicos para ello tal y como informó este periódico.

Como el ciudadano particular, AVPIOP defiende que la Ley de Patrimonio Cultural Vasco especifica en su artículo 20 que los titulares están obligados a conservarlos, cuidarlos y protegerlos debidamente para asegurar su integridad y evitar su pérdida, destrucción o deterioro, “algo que a la vista de como está el edificio evidentemente no han hecho”, indica el presidente de la asociación, Javier Puertas.

Los desperfectos son evidentes desde hace años en la cubierta, prácticamente hundida en más de la mitad de su superficie. Unos agujeros en la techumbre que están provocando que “todas las maderas que quedan en las plantas inferiores se estén pudriendo y afectando a las soleras de los pisos”, describe el presidente de la asociación conservacionista. El último episodio crítico ocurrió hace poco más de un año “en un episodio de grandes lluvias cuando estuvo a punto de colapsar la cubierta”, recuerda.

No a una segunda denuncia

Con esta denuncia ya tramitada, la AVPIOP ha decidido no iniciar una nuevo trámite judicial. “No tiene sentido”, indicó a este periódico Puertas. Lo que sí se ha mostrado dispuesta la asociación ha sido a ponerse a disposición tanto de la fiscalía como el autor de la demanda “aportando todo tipo de documentación que precisen que hemos ido recopilando y nuestra experiencia en la defensa del patrimonio industrial”, aseguró.

La aceptación por parte del juzgado y la fiscalía de la denuncia avala que “los razonamientos incluidos son de peso”, considera Javier Puertas. También valoró que “es muy importante que un juez y la fiscalía hayan admitido a trámite la denuncia” por lo que supone de poner en valor por parte de la Justicia la Ley de Patrimonio Cultural Vasco.

Es más, miembros de AVPIOP acudirán en dos semanas a la sede del Parlamento vasco a petición de la comisión de Cultura de la cámara de Gasteiz para aportar sus conocimientos sobre el estado del edificio de Molinos vascos. Parlamentarios de esta comisión visitaron en noviembre pasado el edificio aunque no pudieron acceder al interior de las instalaciones por estar cerradas y eso a pesar de que un representante de la sociedad también estuvo en esa cita con los representantes vascos.

Sobre lo anunciado ayer en Juntas Generales de cómo la sociedad ACSA ha presentado finalmente ante la Diputación un plan de consolidación Puertas consideró que ya era hora “después de todas las prórrogas que les ha dado la Diputación durante más de dos años”. De todas maneras no las tenía todas consigo. “Es importante esa consolidación, entiendo que de la techumbre, pero hay que vigilar ese proceso y sobre todo determinar qué usos se va a dar al edificio de cara al futuro”, especificó. El responsable de la asociación que lucha por el mantenimiento y puesta en valor del numeroso patrimonio industrial que pervive en Euskadi recordó como “también en 2009 se procedió a un proceso parecido y en el plazo posterior de dos años volvió a deteriorarse la techumbre”.