Por fin. Tras casi quince años de intenciones, diferentes procedimientos, cambios de ideas y solicitud de permisos, la Autoridad Portuaria de Bilbao (APB) ha sacado a subasta su antigua sede ubicada en el Campo Volantín. El palacete construido por la familia Olabarri a finales del siglo XIX, la cual fue sede del Puerto de Bilbao durante seis décadas, se venderá al mejor postor con un precio base de casi 10,5 millones de euros, según se recoge en el anuncio publicado el pasado día 7 en el Boletín Oficial del Estado.

La cifra exacta mínima que recibirá la APB es de 10.470.798,82 euros, IVA excluido, y las empresas que se presenten tendrán hasta el próximo 28 de abril para presentar sus ofertas en sobre cerrado para evitar cualquier tipo de picaresca. Las apuestas por adquirir la propiedad deben ir en serio ya que cada postor deberá adjuntar a su propuesta una garantía económica de algo más de 520.000 euros, la cual deberá depositar en una cuenta portuaria antes de entregar su propuesta.

La APB se ha comprometido a abrir de forma pública todas las propuestas que lleguen el 10 de mayo tras comprobar que cumplen todos los requisitos del pliego de condiciones de la subasta. Y por si acaso es necesario analizar a conciencia las proposiciones, cada una de ellas además deberá mantenerse durante un plazo de cinco meses posteriores al 28 de abril.

Mismo valor que hace un año

El Puerto de Bilbao ha mantenido el mismo valor económico concretado por una firma tasadora independiente a inicios del pasado año. Incluye el tradicional edificio que mira a la ría a través del Campo Volantín, el inmueble construido en los años 50, con fachada y acceso por la calle Huertas de la Villa, y la parcela de 2.200 metros cuadrados donde se asientan ambos bloques.

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Se subasta palacete en el Campo Volantín de Bilbao Deia

Los 4.223 metros cuadrados de superficie construidos en los dos cuerpos de la antiguo emplazamiento de oficinas portuario pueden ser ideales para albergar la sede principal de una empresa local, una delegación de una multinacional o también puede acoger un nuevo hotel de alto standing, si lo compra una cadena hotelera internacional.

El abanico de posibilidades está abierto y según ha ido desvelando el actual presidente de la entidad portuaria, Ricardo Barkala, en los últimos dos años hay al menos media docena de empresas interesadas por esta perita en dulce inmobiliaria. Sin duda, la ubicación en una zona de privilegio en la ciudad, la posibilidad de ocupar un palacete centenario y contar con una importante cantidad de superficie para uso terciario son buenas razones para adquirir la propiedad.

Al coste que suponga su adquisición, la empresa que se haga con su propiedad deberá invertir más dinero antes de que pueda operar su nueva actividad, sea la que sea. Aunque el inmueble histórico se encuentra en buen estado, su interior requerirá al menos una pequeña rehabilitación que estará condicionada por la protección que tiene tanto el edificio como alguna de sus estancias y elementos interiores.

El palacete está catalogado como patrimonio histórico arquitectónico por el departamento de Cultura del Gobierno vasco y por ello tanto sus fachadas como el resto de los elementos externos son casi intocables. Dentro, las puertas talladas en madera, las marquetería de los suelos, la escalera que conecta la planta baja con la superior o las vidrieras que la aportan luz natural son elementos que también se tendrán que preservar. La intención del Puerto de Bilbao es dejar vacías las estancias que componen las dos plantas, el sótano y la gambara en los que se distribuyen tanto el palacete como el edificio anejo moderno.

La Autoridad Portuaria de Bilbao es propietaria del Palacio Olabarri desde que se lo adquirió en 1952 al Instituto Británico y hasta el año 2013 estuvo presente en sus dependencias. Fue el traslado de toda la plantilla a su nueva sede en Santurtzi la que dejó la sede de Bilbao solo como edificio representativo.

Intervenciones futuras

Un palacete con protección

Edificio protegido. El Palacio Olabarri puede ser una gran sede empresarial u hotel de cinco estrellas al ofrecer un diseño espectacular y un buen estado de conservación. Eso sí, los futuros propietarios deberán ser respetuosos tanto con el edificio con varios de los elementos internos que componen las estancias y zonas comunes ya que están protegidos como bien cultural por parte del departamento de Cultura del Gobierno vasco.

Previsión. El pliego de condiciones estipula que en caso de que la subasta abierta quede desierta se podrán convocra hasta tres más en los meses posteriores pudiendo acordar una rebaja en el tipo de licitación de hasta un 15% en cada una de ellas, con mantenimiento del resto de obligaciones y condiciones recogidas en la oferta.