Pasaron siete horas de auténtica angustia. Volvían de sus vacaciones en Ibiza y la vuelta se truncó en una odisea que prefieren olvidar. Entre los 100 jubilados vizcainos se encontraban personas de edad avanzada, varios de ellos insulinodependientes y una señora en silla de ruedas. Ahora recibirán una indemnización que si bien no les hará olvidar el mal tragó al menos servirá paliar los gastos añadidos que les generó la situación sobrevenida por la cancelación del vuelo.

Los pasajeros vizcaínos venían de un viaje del Imserso el pasado mes en mayo cuando la aerolínea Vueling canceló su vuelo de regreso a Bilbao y se quedaran tirados en el aeropuerto en Ibiza.

Vuelo cancelado

Según ha informado la plataforma Erreklamatu, el pasado 4 de mayo el grupo de cien jubilados vizcainos terminaron sus vacaciones en Ibiza de forma accidentada debido a la cancelación de su vuelo VY 3975 de vuelta a Bilbao.

La reclamación de 16 personas de ese grupo ha conseguido que vayan a recibir 250 euros de indemnización por parte de la compañía aérea y la citada plataforma anima al resto de afectados a que reclamen para que sean igualmente recompensados.

La hora prevista de salida eran las 21.35 horas, por lo que los viajeros se dieron cita en el aeropuerto dos horas antes. En un primer momento les informaron de que el vuelo saldría con retraso e incluso embarcaron en un avión hacia las 23:00 horas, pero al final tuvieron que desembarcar y volver a la terminal, donde estuvieron "hasta las 02:00 horas, sin haber cenado y pagando el taxi de su bolsillo" a un hotel, denuncia la plataforma.

Personas de edad avanzada

Los pasajeros, personas de edad avanzada, varios de ellos insulinodependientes y una señora en silla de ruedas, relataron que se sintieron "desasistidos y sin información", y que pasaron "siete horas" de "verdadera odisea" en el aeropuerto y que además, al día siguiente no tuvieron vuelo directo a Bilbao, sino que hicieron escala en Barcelona.

Dieciséis personas de ese grupo acudieron a la plataforma Erreklamatu que inició el trámite de la reclamación del vuelo a la compañía aérea y cada pasajero con 250 euros más los gastos de los taxis que estos tuvieron que afrontar.