Vuelta de vacaciones, estreno de mes y ordenanza nueva que limita la entrada de vehículos para dar prioridad al peatón. El Casco Viejo ha estrenado este jueves una nueva normativa y son muchos los repartidores, vecinos y comerciantes a los que les ha pillado por sorpresa la noticia. “Tengo que hacer una mudanza y lo he leído esta mañana. No me he registrado porque no me ha dado tiempo”, ha dicho la madre de Paula Solana que va a vivir en la calle Astekale. “Yo no tengo coche y creo que es necesario que se protejan los cascos históricos”, ha añadido. Si embargo, los repartidores y comerciantes consideran que es necesario buscar un equilibrio y aseguran que el control de matrículas no sea la panacea a los problemas que se generan en la zona historia de Bilbao. “Yo no he visto ningún cambio con respecto a cualquier otro día. La diferencia en que ahora tienes que estás controlado por una cámara. Limitar a tres horas lo único que genera es un caos de tráfico y más riesgos”, ha dicho Alain, repartidor de una empresa de mensajería.
Las Siete Calles se blindan al paso de vehículos y solo aquellos que hayan solicitado el permiso cumpliendo con los requisitos pueden acceder de este jueves 1 de septiembre en un horario y cuatro días al mes. Xabier Olmo es responsable de la tienda Olañeta y vecino en la calle Correo y ha registrado su coche de las dos formas. Tiene dudas de que este nueva medida vaya a mejorar la calidad del Casco Viejo y piensa que se podría haber mantenido la anterior, pero realizando controles a pie de calle para evitar que los coches entren sin justificación. “Yo ya sé dónde vivo y el coche lo utilizo lo Justo. Lo que hay no hay que olvidar es que aquí además de vivir también hay mucha gente que trabaja y no se nos puede poner trabas”, ha dicho.

Josu Sainza que descargaba con un carro lleno de productos en un supermercado, situado en la calle Banco de España tampoco conocía la implantación de la nueva normativa aunque, según ha explicado ha notado menos movimiento de vehículos: “El camión lo tengo que dejar en zona de carga y descarga, pero me ha llamado la atención que había menos coches por el Casco Viejo y eso me facilita el trabajo a mí”, ha dicho Josu. A Toño, otro repartidor de Gasteiz, le parecen que este tipo de normativas no hacen más que complicar el trabajo de su sector. “En cada ciudad hay que ajustarse a una norma diferente. Imagino que mis jefes ya se habrán registrado porque yo no tenía ni idea lo del control de mastrículas. Nosotros repartimos aquí y nos vamos para otro lado”.

La responsable de la tienda de productos americanos, Tuinkis, Janire Chaparro, no ha podido registrar todavía su coche y por lo tanto puede descargar productos en la calle Artekale donde tiene el negocio. “La norma ha llegado un poco precipitada, después de vacaciones y a muchos no les ha dado tiempo. Espero que al principio sean flexibles y no pongan multas hasta que la gente se termine de enterar”, ha añadido.