El pleno municipal aprobó el nuevo plan especial de rehabilitación y reforma interior (PERRI) de Bilbao La Vieja, tras tres años de trabajo que han incluido la participación e información a los vecinos, para adaptarlo a la legislación actual y el nuevo Plan General de Ordenación Urbana.

El plan anterior tenía ya más de 20 años y, según recordó el concejal de Regeneración Urbana, Iván Calderón, “era ya importante sustituirlo y adaptarlo a los nuevos tiempos”. El edil remarcó el carácter “esencial” del documento, ya que “el ámbito del plan incorpora importantes edificios a conservar por su historia y valor patrimonial, con una antigüedad de más de cien años”.

El plan diferencia las condiciones exigibles a las edificaciones nuevas y las ya existentes, en materias como la accesibilidad o las condiciones de habilitabilidad, entre otras. Así, por ejemplo, cualquier nuevo equipamiento que se plantee deberá estar ubicado por debajo de las plantas de vivienda y contar con un acceso independiente al portal; no se podrán convertir lonjas en viviendas, y tampoco podrá haber en alojamientos turísticos o asistenciales en plantas bajas, tal y como plantea el nuevo PGOU bilbaino.

Además, se ha delimitado una nueva actuación de ejecución de dotación pública, en concreto del patio de manzana entre Zabala y la Travesía de la Concepción. Así, se va a derribar el edificio que ocupa el portal 23B de la calle Zabala, para habilitar un paso. “Así superaremos el estado de abandono y deterioro existente, tal y como han demandado reiteradamente desde la asociación vecinal de Zabala”, explicó.