Los edificios de Bilbao han abierto sus puertas. "En nuestro día a día pasamos corriendo por delante de muchos edificios de los que realmente no sabemos nada y ahora tenemos una oportunidad única de saber un poquito más sobre la historia de nuestra ciudad". 'Una oportunidad única', así califica Nerea Basterra el festival Open House Bilbao que en esta quinta edición abre al público 49 edificios de la villa.

Nerea conoció el festival hace cinco años cuando pasaba por delante del Palacio Olábarri y una larga cola llamó su atención. "Vimos que mucha gente estaba esperando para entrar y nos informamos sobre qué estaba pasando. Cuando nos contaron que era un festival de puertas abiertas nos quedamos a esperar toda la cola", cuenta. Desde entonces, Nerea participa en el Open House Bilbao cada año no solo como visitante, sino también como voluntaria. Este año es guía del Centro Municipal de Abando, edificio que se construyó como lavadero en 1898 para combatir la epidemia de cólera del 93 y que ahora se utiliza para servicios municipales.

Igone Olabarri y Andoni Gago fueron unos de los que han visitado el antiguo lavadero. A pesar de ser de Bilbao, esta pareja no conocía la historia del edificio ni qué esconde ahora tras la remodelación de 2005. El espacio conserva la antigua fachada y la vidriera que sí conocían, pero la estructura de dentro era toda una incógnita para ellos. "Conocimos el edifico antes de la reforma y es una pena que solo hayan conservado la fachada y la vidriera, sus interiores eran muy singulares y tenían encanto", lamentan. "Gracias a esta visita hemos sabido que el Centro Municipal de Abando cuenta con una biblioteca y un pequeño gimnasio público. El Open House te da la oportunidad de conocer el edificio que de otra manera seguramente no podrías", apuntan.

Esta edición el festival Open House Bilbao acerca por primera vez Zorrotzaurre a la ciudadanía. El edificio de la antigua Papelera es ahora la sede del Centro Superior de Diseño Kunsthal. Marta Artola ha sido guía de este espacio y es, además, estudiante de la universidad. Estudia interiorismo y considera que esta iniciativa "es una oportunidad única". "En mi caso conozco el edificio porque vengo todos los días y sé quizás, secretos, que otros no. Pero al ser voluntarios nos forman desde Open House. En el caso de este espacio ha sido uno de los propios arquitectos, que coincide con que es también profesor, quien nos ha hecho un tour por el edificio para enseñarnos qué teníamos que explicar y cómo", cuenta.

Sheila García y Josu Laso han querido visitar el Centro Superior de Diseño Kunsthal. Para esta pareja poder conocer edificios en Zorrotzaure "está genial". "Está genial que vayan incorporando nuevos barrios y edificios que sean más modernos, renovados", señalan.

Al igual que Sheila y Josu, Jon Beaskoetxea e Inés Barando han visitado el Centro Superior de Diseño Kunsthal y les sorprendió cómo se ha conservado el edificio dejando el estilo industrial de la antigua Papelera. Esta pareja visita el Open House Bilbao desde su primera edición y cuentan que "te permite ver edificios de la ciudad que no habías visto por dentro; conocer más la ciudad".

Jon es, además, voluntario en el festival desde la primera edición y cuando no le toca turno visita los espacios en lo que no tiene que dirigir visitas. Zorrotzaurre es, a su parecer, "una zona emergente de nuevas iniciativas que merecía un espacio en el Open House Bilbao".

IMPOSIBLE SIN VOLUNTARIOS

Xabier Bóbeda es uno de los coordinadores de voluntarios del Open House Bilbao y este año se encarga de la zona de Zorrotzaurre. Bajo su perspectiva, "el Open House sería imposible hacerlo tal y como lo conocemos sin los voluntarios". "Sin ellos esto sería de pago", apunta.

Además de la antigua Papelera, en Zorrotzaurre también se puede visitar el edificio Beta II - As Fabrik, que llevaba años en estado de abandono hasta que con el plan de regeneración de Zorrotzaurre se vio reconvertido en la sede Bilbao As Fabrik de la Universidad de Mondragón.

Oskar González es un arquitecto que no ha dudado en visitar el edificio. "Visitas como estas me ayudan a conocer más lo que tenemos y a que pueda trasmitir cuestiones arquitectónicas clave para Bilbao", explica. Sobre el edificio Beta II - As Fabrik señala que lo que más le sorprendió fue "cómo se mantiene la estructura del edificio después de tantos años". "La luz que entra en el edificio y los espacios abiertos que han creado con la remodelación llama especialmente la atención", añade. "Tras la visita me siento muy orgulloso de los edificios que tenemos en Bilbao", apuntó.