CUANDO alguien nos menta “Rioja” la asociación que tenemos de esta denominación con el vino y las verduras es tan fuerte que pasamos por alto otras acepciones no menos sabrosas y de gusto exquisito como es el caso del aceite. Ciertamente no se produce en la cantidad que en Jaén o en Córdoba, pero de su calidad nadie puede dudar. Precisamente para poner en valor esta calidad de un producto que los vascos tenemos tan cerca, el pasado miércoles el Consejo Regulador de Aceite de La Rioja presentó una cata en el Mercado de la Ribera de Bilbao con diferentes variedades de aceites de la denominación su origen.

Suaves, de ligero amargor lateral en la lengua, con el picor justo y unos sabores florales que dejan un retrogusto sumamente exquisito. Si añadimos que la cercanía suma un valor ecológico, porque es producto casi 0 kms, tenemos un ingrediente para acercarnos a estas oleínas.

Con una producción de medio millón de litros, la realidad es que los aceites que presenta la denominación son prácticamente de autor, “lo cual hace que las variaciones organolécticas encandilen a quien quiere disfrutar de un buen aceite, un aceite de alta calidad en cuanto a contenidos en ácidos grasos poliinsaturados, cuajados de sabores que llenan el paladar”, Elvira Cantabrana, responsable de comunicación del Consejo Regulador DOP Aceite de La Rioja.

Los beneficios cardiovasculares en este aspecto son innegables, a lo que se añade la ayuda que proporcionan un tránsito intestinal mucho más adecuado. Ante estos beneficios podría pensarse que los precios lo harían poco competitivo, pero la realidad no es esa en absoluto. “A partir de 3,80 euros por litro se puede conseguir un aceite de denominación de origen La Rioja con garantías de alta calidad; el precio de una botella es el equivalente a lo que valen dos cervezas”, explicó Lorena Marín, la catadora navarra del Consejo.

Si algo quieren destacar muy en especial es el nivel de su aceite virgen extra que a su alto nivel en lípidos cardiosaludables incorpora matices de sabores exquisitos y redondos, olores frutales y tonalidades que los hacen únicos y totalmente recomendables para tomar en crudo, cocidos, frituras y asados con total confianza.

En la cata de los virgen extra los matices sensoriales marcaban perfectamente al hilo de la explicación de la catadora la utilización más adecuada de cada uno de ellos. Así que si se quiere entrar en un mundo de aceites bien diferenciados no es mala idea meterse en el sendero de estos aceites de trujeles riojanos, porque a todas las razones de sabor redondo de salud y de precio se nos une la posibilidad de pedirlo para que nos lo sirvan en el domicilio.

“El oro líquido riojano transporta al consumidor a un mundo de sensaciones que convierten al producto en una preciada joya culinaria. Estandarte de la dieta mediterránea, sus virtudes traspasan las barreras gastronómicas al aportar efectos beneficiosos globales para la salud”, señalaron con conocimiento a DEIA, Lorena y Elvira ante la atenta mirada de Miguel Martínez de Quel, presidente del Consejo regulador DOP Aceite La Rioja, que estarán promocionando sus productos en el Mercado de La Ribera de Bilbao hasta hoy sábado.

Es mucho más que probable que al transitar por este camino de las almazaras riojanas terminemos ampliando nuestra asociación a la denominación de origen “Rioja” añadiendo al vino y a las verduras los excelentes caldos aceitosos de esta denominación.