Bilbao - Mientras el comercio de Bilbao descansa hay algunos establecimientos que levantan la persiana en domingo. Son una minoría, es verdad, y la mayoría de tiendas se concentran en el Casco Viejo, zona en la que se juntan los turistas y gente que aprovecha para tomar el aperitivo antes de ir a comer. A pesar de que la mayoría de la población está a favor de cerrar los días festivos para favorecer la conciliación familiar, no es menos cierto que se agradece tener alguna tienda abierta para una urgencia. ¿A quién no le ha pasado quedarse sin leche para el café un domingo? El recurso del vecino siempre está ahí, pero encontrar el chino del barrio abierto es un servicio al que nos hemos acostumbrado. Muchos de los establecimientos de alimentación abiertos están regentados por personas autónomas que ven en el fin de semana una oportunidad de negocio, aprovechando que el resto de tiendas hacen jornada de descanso. Es el caso de Salah Mesadi, quien atiende desde hace cuatro años la conocida frutería Alde Zaharra de Iturribide. “Nosotros abrimos de lunes a domingo porque los domingos hay muchísima gente por el Casco Viejo, ya que es un barrio en el que hay mucha hostelería. Si tuviese que cerrar un día cerraría entre semana, que el resto de los comercios están abiertos”, afirma Mesadi.

Este comerciante comenta que mucha gente se ha ido del barrio por los altos alquileres debido al fenómeno de los apartamentos turísticos y la dinámica alcista del mercado inmobiliario, lo cual ha renovado el perfil de la clientela. “Llega gente nueva como estudiantes y turistas. La gente del barrio quizá venga un poco menos porque, al abrir en domingo, eso se nota en el precio y los turistas vienen a gastar y no les importa pagar un poco más caro porque solo van a comprar una vez. El vecino compra a diario y está el Mercado de la Ribera y otros muchos establecimientos”. Sandra sabe que este tipo de tiendas son un pelín más caras porque “ ofrecen un servicio, ya que abren cuando el resto del comercio está cerrado y te sacan del apuro. Yo he venido a comprar atún y mayonesa que no tenía”.

Unos metros más allá está abierta la carnicería halal La Esperanza, otra parada obligatoria de Iturribide. Lahecu Merzuoq deja la pieza de vaca en la que trabaja para atender a DEIA. “Nosotros nos aprovechamos de los domingos, es quizá cuando tenemos más gente”, explica. “Durante los fines de semanas tengo bastante movimiento porque los supermercados no están abiertos y nos viene la gente que necesita algo y sabe que estamos aquí con carne, pollo, pan, embutidos, productos africanos, marroquíes, argelinos, especias, aceite.... La verdad es que estamos muy contentos con la gente y con el barrio”.

Bidebarrieta, además de tener una de las bibliotecas con mayor encanto de la villa, es quizá la calle que tiene más comercio abierto en domingo. Eso sí, la mayoría son tiendas de souvenirs. Contamos cinco tiendas de regalos con la estampa de Bilbao, ikurriñas, figuritas de herri kirolak, vasquitos y neskitas, cerámicas con forma del Guggenheim o Puppy? lo que viene siendo un escaparate del Ven y cuéntalo, pero made in China. También hay movimiento en Aromas, una bonita tienda de venta té y café a granel que regenta desde hace cinco años Noelia Fernández. “Es un comercio familiar que mantiene la esencia de lo que es un comercio de barrio sin ser franquicia ni una gran cadena por la que siempre te preguntan los turistas”. Fernández puntualiza que lo de abrir en domingo es algo puntual. “No solemos abrir los domingos aunque hemos abierto unas horitas por la mañana en navidades y hoy porque hay partido contra el Sevilla y sabes que va a haber un poco más de movimiento, pero por norma general no abrimos. Cuando lo haces compensa porque somos cuatro pelagatos los que abrimos”. Los números de la calculadora de una autónoma nunca fallan. Noelia opina que “se debería meter mano en los alquileres porque en el Casco Viejo hay muchas lonjas que llevan cerradas muchísimos años porque no rebajan ni cien euros”.

Fuera del Casco Viejo

Y de un establecimiento que solo abre domingos contados a una zapatería que va a dejar de abrir en domingo. Es la pequeña y exclusiva zapatería de la calle Jardines Au Revoir Cinderella, que ofrece piezas especiales de casas clásicas como Dr Martens, de la marca californiana Jeffrey Campbell o de nuevos diseñadores como Las Cuevas de Barcelona. “Hemos decidido dejar de abrir los domingos porque aquí no hay esa cultura comercial, como pueden tener Madrid o Barcelona”, explica Uxue San Félix. Esa falta de la tradición “se nota porque la mayor parte de la gente está de paso o es turista, pero no se vende mucho los domingos porque todo lo demás está cerrado”. La sede de la tienda está en Barcelona y comenzó su expansión gracias a Instagram y a las influencers que llevaban su calzado. Al haber demanda abrió en Barcelona y Madrid aunque la mayor parte de la facturación es on line.

Si se traspasa el perímetro del Casco Viejo, Bilbao devuelve su auténtica imagen de domingo, un desierto comercial hasta Alameda Rekalde. Allí el SuperCor Exprés se convierte en el oasis de las compras dominicales. Joana espera con su perra Yora a que Oscar salga con la compra. “Este tipo de establecimientos vienen bien para el típico domingo que te apetece algo especial o comprar algo que se te ha olvidado comprar a lo largo de la semana. En este caso hemos cogido un par de coca-colas y unas cervecitas”.