NADIE nos dice que somos diferentes por ser mujeres”, dice la bilbaina Cristina Martínez que hace un año y medio cambió las tijeras por el volante. Está feliz y se siente plena por hacer algo que le gusta puesto que ella y el resto de taxistas mujeres de Bizkaia rompen barreras en un sector masculinizado. Ayer, la villa fue testigo de este hecho. A las 12.00 horas la Plaza Nueva comenzó a reunir a las 184 conductoras provenientes de diferentes puntos del Estado como Madrid, Barcelona, Sevilla o Zaragoza. Sin duda, una oportunidad para compartir experiencias y conocerse. “Es un trabajo muy dinámico y conoces a mucha gente”, expresan Viki, Lala, Mari Carmen y Sonia de Barcelona.

Esta es la VII edición del encuentro de mujeres taxistas, pero es la primera vez que se celebra en la villa. Emocionadas y con ganas de pasarlo bien, las integrantes de la concentración están de acuerdo en que “Bilbao tiene un encanto especial”. Pertenecen a ese 4% de conductoras con licencia en casi todo el Estado pero indican que el sector va aumentando progresivamente. “Es un modo de vida. Mi marido era taxista y es una salida laboral bastante buena y puedes atender a tus hijos”, comenta Martínez. Todas ellas cuentan con horarios flexibles que les permiten trabajar dentro y fuera de casa. “Vas a tu aire y nos gusta lo que hacemos”, continúa.

Por su parte, Manoli Blanco lleva tan solo tres días como taxista en la villa pero tiene claro que es el trabajo de su vida. “Estoy encantada”, admite. Sus compañeras Sina Couso, Silvia Rampin e Iratxe J. Álvarez avisan a la recién estrenada de lo que puede encontrarse en cualquier momento. “Los hay que no quieren salir del taxi o gente que se te queda dormida”, dice entre risas Rampin. Pero dejando los hechos anecdóticos a un lado, todas ellas confiesan recibir un trato muy cordial por parte de todos los clientes que van abordo de su vehículo. “Nos tratan muy bien y nos sentimos muy valoradas”, explica Martínez. Pero en otras ciudades todavía sorprende ver a una mujer taxista. “En Zaragoza todavía hay quien entra en el coche y dice: ¡Anda mira una mujer al volante! Y yo le respondo: ¡Pues mira qué suerte!”, cuenta entre risas Loli.

Esta séptima edición, que cada año se celebra en una ciudad diferente, ha sido la más multitudinaria y la que más expectación ha generado hasta la fecha. “Esperamos que cada año se sumen más mujeres porque esto seguirá creciendo”, confiesa por su parte Yolanda Fernández de Málaga, una de las impulsoras de este proyecto. Todo comenzó hace siete años cuando un grupo de taxistas de Oviedo se animaron a hacer una quedada. Un grupo de Facebook unió a otras de Málaga y hasta la fecha.

Entre la multitud aparece también Loli de Mallorca que admite que va a vivir estos días como si fueran unas pequeñas vacaciones. “Tengo familia aquí que no conozco y voy a aprovechar para conocerla. Además, quiero desconectar porque el mundo del taxi es también peligroso. En Palma de Mallorca hemos vivido una semana llena de atracos con mucha violencia así que me va a venir bien estar por Bilbao”, cuenta. A pesar de los contratiempos, reconoce que es una profesión que le gusta y que los momentos buenos pesan más que los malos.

ORGANIZACIÓN Reunir a casi 200 profesionales del sector ha requerido mucho tiempo y esfuerzo. Pero de eso se ha encargado la taxista bilbaina Mónica Pérez que desde que en la pasada edición que tuvo lugar en Granada se supo que la próxima concentración se celebraría en Bilbao, no ha parado de trabajar junto a otras 12 profesionales. “Todo el mundo nos ha echado una mano, tanto los hoteles para que se hospeden todas como los bares y el Ayuntamiento de Bilbao se ha involucrado mucho”, explica Pérez.

Hoy, además de visitar San Juan de Gaztelugatxe organizarán una “cena de gala” y se conocerá el destino al que pondrán rumbo el próximo año. “Estamos muy contentas porque este año hemos doblado el número de mujeres”, comenta Pérez que desde hace seis años el taxi es su segunda casa. “Es la mejor decisión que he tomado en la vida”, concluye.