Bilbao - Ongi Etorri Errefuxiatuak ha decidido cerrar el local que había abierto en Bilbao para recoger alimentos y ropa para las personas migrantes que desde la pasada semana están en la villa en su tránsito hacia otros países de Europa. Ante la llegada de casi un centenar de migrantes, los miembros de la plataforma se echaron a la calle para atender las necesidades primarias de estas personas. Habilitaron espacios donde pudieran pasar la noche y les proporcionaron comidas y cenas en la calle, gracias también a la solidaridad de la ciudadanía.

El pasado sábado, los miembros de Ongi Etorri Errefuxiatuak se reunieron en asamblea y decidieron “dejar las actividades de acogida que veníamos haciendo”. Sus miembros concluyeron su labor a pie de calle ayer mismo con la repartición de la última cena a los migrantes que se encuentran en la ciudad.

“A partir de ahora”, explicaron ayer en un comunicado, “nuestra labor se centrará en comprobar que se cumplen los compromisos adquiridos por las instituciones implicadas, Gobierno vasco, Diputación de Bizkaia y Ayuntamiento de Bilbao”.

Junto a ello, la plataforma recuerda que sigue a la espera de la apertura de un segundo centro de acogida con 40 plazas. “Constatamos que para un alto porcentaje de estas personas, los tres días que ofrece el recurso son insuficientes. Solicitamos que no queden nunca camas libres, que se completen independientemente de las noches que hayan hecho. Y seguimos a la espera de una respuesta adecuada para mujeres tanto solas como con menores a su cargo”. Añaden, además, que “todas estas medidas solo responden a necesidades urgentes de las personas en tránsito pero no a las deficiencias estructurales del sistema de acogida”. - I. G. E.