Bilbao - El Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS) convocará el próximo año nuevas ofertas públicas de empleo, con el objetivo de reducir la interinidad de su plantilla, según avanzó ayer la diputada de Acción Social, Isabel Sánchez Robles. Actualmente, de 881 trabajadores, solo tres son funcionarios públicos y el resto tienen contratos laborales.

La responsable foral compareció ayer ante las Juntas Generales para explicar los proyectos del IFAS en 2018 y 2019, a petición del Grupo Mixto y de EH Bildu. Explicó que el organismo gestiona un presupuesto anual de 106 millones de euros, para ofrecer una atención integral y personalizada a todas aquellas personas que le son encomendadas por el Departamento de Acción Social y en especial a aquellas que presentan necesidades más complejas”. Para ello, cuenta con once residencias y dos centros de día, además de la red de hogares para infancia, con 750 plazas.

En relación a la plantilla, Sánchez Robles adelantó que en 2019 se dará “continuidad” a las OPE convocadas este ejercicio, con 187 plazas, con el objetivo de seguir reduciendo la interinidad entre los trabajadores. La de este año es la mayor oferta pública de empleo convocada por el organismo en su historia y corresponde con 112 plazas de auxiliar sanitario, 21 de enfermero, 17 de administrativo, siete de trabajador social y dos de técnico superior.

Por otra parte, la diputada auguró que la “inminente” reforma del Código Civil español supondrá una reducción del número de tutelas que ejerce la Diputación, a favor de las curatelas, una figura más flexible y que no supone la incapacitación total. La institución foral ejerce, a través del Instituto Tutelar de Bizkaia (ITB), las tutelas y curatelas de las personas que han sido incapacitadas legalmente, por tener una enfermedad o deficiencia que le impide gobernar su persona y bienes, una cifra que ha ido en aumento en los últimos años.

El departamento está a la expectativa de la modificación del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil que se tramita actualmente en Madrid, que supondrá pasar del modelo actual de representación o sustitución a uno basado en el apoyo para la toma de decisiones. “Se quiere proporcionar a la persona con discapacidad las medidas de apoyo que pueda necesitar para ejercitar su capacidad jurídica y potenciar así su autonomía”, explicó Sánchez Robles, quien añadió que con este nuevo modelo, al que se tendrá que adaptar el ITB, se restringirán “casi en su totalidad” las incapacitaciones. “O por lo menos va a hacer desaparecer la figura de la tutela y la del curador va a tomar mucho más peso”. Ya algunos juzgados de Bilbao y Barakaldo están dictando sentencias más flexibles para que se presten solo los apoyos necesarios, “siendo mucho más proclives a las curatelas que a las tutelas”. - A. Atxutegi