Bilbao - Las obras de la apertura del canal de Deusto continúan quemando etapas. La próxima en ejecutarse será una de las que más llamarán la atención, el traslado por la ría a bordo de barcos especializados de la tierra y las rocas que se extraigan de la excavación del istmo que todavía mantiene unida la península de Zorrotzaurre al resto de Bilbao.
Según ha podido saber este periódico, los viajes de estos barcos, denominados gánguiles, comenzarán la semana próxima y trasladarán las miles de toneladas que sobren hasta el puerto de Santurtzi. Un material que servirá de relleno dentro del proceso de construcción que está llevando a cabo la Autoridad Portuaria de Bilbao de su espigón central, la última gran ampliación de las instalaciones portuarias.
La prueba de que estas maniobras arrancarán en unos días es la llegada a las inmediaciones de la obra del primer gánguil contratado por las empresas que ejecutan el proyecto.
El buque Omvac Doce, con capacidad para trasladar casi mil metros cúbicos en cada singladura, está amarrado en los muelles que utilizaba antiguamente la empresa Cadenas Vicinay a un centenar de metros del puente Frank Gehry y muy cerca de donde se va a habilitar un pequeño embarcadero para uso de los gánguiles.
Esta nueva fase de las obras de apertura del canal llega tras avanzar en la retirada de la capa superior de la primera parcela de las tres en que se ha dividido el gran solar de 490 metros de largo por 75 de ancho que conforma el mencionado istmo. En las últimas semanas se han excavado hasta dos y tres metros de profundidad en la zona más cercana a la ría, frente a Olabeaga, para retirar los diversos contaminantes existentes y que, en las tres parcelas, sumarán 90.000 metros cúbicos.
Prácticamente toda la parte correspondiente de la primera sección fue trasladada en camiones a diferentes plantas para su tratamiento especializado, aunque también se extrajo sobrante que, tras un cribado pertinente para asegurar su carácter de inerte, está amontonado en la zona de trabajo para su próximo traslado vía marítima. Además también fueron retirados varios miles de metros cúbicos de tierras no aptas para el puerto, que pueden ir a un vertedero controlado sin necesidad de tratamiento especial. De hecho, esta separación de material no prevista es la que ha retrasado un par de semanas sobre el plan de trabajo inicialmente previsto.
Los restantes 270.000 metros cúbicos, que se prevé obtener tras excavar hasta diez metros de profundidad para garantizar el paso con fluidez de la ría por el nuevo cauce, son los más profundos e inertes y los que van a ser trasladados por el cauce de la ría hasta Santurtzi.
A la espera del comienzo del traslado de los sobrantes vía marítima, los trabajos continúan y las excavadoras profundizaron también en la orilla derecha del canal, justo por debajo de la clínica del IMQ, donde posteriormente será habilitada la escollera que sostendrán los nuevos muelles y paseos. También funciona con normalidad la depuradora de agua que limpia el líquido donde está empapada la tierra antes de verterlos a la ría.