Bilbao - La primera toma de contacto para debatir sobre el Pacto por la Seguridad del Ayuntamiento de Bilbao se desarrolló ayer en un ambiente cordial. Conscientes de la preocupación de la ciudadanía con respecto a la delincuencia en la ciudad, el equipo de gobierno y los grupos de la oposición fueron capaces de llegar a algunos acuerdos, aunque la firma definitiva del documento tendrá que esperar. Los grupos de la oposición, que en los próximos días se reunirán uno por uno con el Área de Seguridad, señalaron que confían en llegar a un entendimiento, pero que aún queda “mucho trabajo por hacer”. El alcalde Juan Mari Aburto ha emplazado a todos ellos a un nuevo encuentro que tendrá lugar el próximo viernes, cuando se espera poder cerrar el pacto.

El documento propuesto por el gobierno bilbaino -formado por PNV y PSE- consta de 25 propuestas a las que se han añadido algunas aportaciones del resto de partidos. Desde EH Bildu, que estuvo representado en la reunión por la concejala Izaskun Guarrotxena, reiteraron ayer “la prevención y las medidas sociales” como “elemento imprescindible” para poder llegar a un consenso. En ese sentido, los abertzales, que no han presentado enmiendas como tales sino diversas modificaciones al texto original, afirmaron que “un tema tan estratégico como es el de la seguridad requiere ser tratado desde la responsabilidad, la seriedad y evitando tomar decisiones precipitadas”.

Al final del encuentro, el portavoz popular Luis Eguiluz declaró que “ha habido avances” aunque “falta pulir el texto”. El edil del PP quiso colgarse la medalla del pacto y aseguró que “todo el mundo es consciente de que surge en gran medida de la acción política del Partido Popular”. Asimismo, destacó que se han incluido siete propuestas de su grupo como la referente a la formación específica de los agentes, los protocolos para eventos multitudinarios o la vigilancia puntos conflictivos la ciudad. Sin embargo, subrayó que no han llegado a un trato en lo que respecta a una mayor coordinación con otros cuerpos policiales, entre otras propuestas.

A pesar de resaltar el buen clima reinante durante la reunión, a su término Carmen Muñoz, portavoz de Udalberri, declaró sentirse “defraudada”, ya que el gobierno “sigue sin reconocer algunas de las causas de la inseguridad ciudadana reflejadas en las grandes desigualdades entre barrios y en los problemas de exclusión social”. En cualquier caso, la concejala indicó que es el momento de “seguir trabajando con premura, pero sin adoptar decisiones precipitadas” y, además, “sin pretensiones partidistas y electoralistas”.

También resaltó el trabajo que aún queda por hacer el portavoz de Goazen, Samir Lahdou. “Hay que invertir tiempo para alcanzar consensos suficientes que nos lleven a un modelo que prime la prevención sobre la represión”, destacó el concejal, quien detalló que el equipo de gobierno ha incluido ocho de las alegaciones presentadas por su grupo. Además, Lahdou señaló su voluntad de que en el pacto resultante “prepondere la prevención y el trabajo social previo que evite el delito sobre la firmeza y la represión social”, ya que de no ser así, no suscribirán el Pacto por la Seguridad.