El servicio de la OTA tardará diez días en retornar a la normalidad
La empresa readmite a los siete despedidos pero les sanciona con dos meses de empleo y sueldo
Bilbao - 43 días después de manifestaciones, acusaciones y reuniones infructuosas, el conflicto laboral de la OTA quedó zanjado ayer con la ratificación por la mayoría de la asamblea del preacuerdo firmado el lunes entre el comité de empresa y la dirección de la concesionaria del servicio. Un punto final que llevará hoy mismo a la plantilla a recorrer de nuevo las calles de la villa, esta vez con el uniforme puesto, pero sin ejercer su labor de vigilancia.
El estado en el que ha quedado el parque de máquinas expendedoras de tiques de la OTA es tal que el Ayuntamiento calcula un mínimo de diez días para que el servicio de regulación de aparcamiento en superficie esté en plenas condiciones.
Durante la huelga los parquímetros, sobre todo del centro de Bilbao, fueron saboteados, permanecieron llenos de pegatinas que impedían su funcionamiento y no estuvieron operativos por falta de mantenimiento. Tras conocer la aprobación de la asamblea, Alfonso Gil, edil de Movilidad y Sostenibilidad, comentó que es “una buena noticia que el servicio OTA Bilbao se restablezca” y señaló que el Ayuntamiento trabajará para que el centro de la villa recupere la normalidad. Además de ensalzar la OTA como elemento básico de la movilidad en la ciudad, Gil dijo que “cuanto antes queremos tener el servicio plenamente operativo para que los coches lapa -los que llevan días aparcados sin ser movidos- que han aparecido en la ciudad desaparezcan”.
En cuanto al acuerdo, el presidente del comité, Javier Escobar, de ELA, se mostró “satisfecho” de lo conseguido. Lo primero es que se readmite a los siete despedidos en diciembre, aunque durante los dos próximos meses estarán suspendidos de empleo y sueldo. La empresa había previsto que la suspensión fuera del doble de tiempo, pero al final cedió en rebajar a la mitad la sanción. Esta era la llave para empezar a negociar “un convenio que se mantiene con los derechos que teníamos y algunas mejoras más incluidas”, concretó Escobar.
Contradicciones de ELA A pesar de esta valoración positiva, su propio sindicato, en una nota enviada ayer por la tarde, se desvinculó de la decisión asamblearia y fue muy crítico después de que el lunes firmara el preacuerdo. Indicó que “es inaceptable el planteamiento de la empresa” y responsabilizó al Ayuntamiento de lo sucedido en la OTA. Según denunció ELA, la oferta de la empresa contempla una vigencia de cuatro años y supone una subida salarial del IPC vinculado a dos indicadores relacionados con la productividad. “En la práctica esto supone cuatro años de congelación salarial. La plantilla de la OTA no ha tenido incremento salarial desde 2012, por lo que son diez años de congelación salarial”, reprochó. El sindicato LAB mantuvo la misma postura por idénticas razones, aunque en su caso ya se desvinculó el lunes de la firma del preacuerdo.
Por su parte, fuentes de la concesionaria agradecieron al Ayuntamiento “su preocupación y ayuda a la hora de hacer posible el acuerdo”. Consideraron finalmente que el nuevo convenio “implica la implantación de nuevos y más eficaces modelos de gestión y la extensión de las nuevas tecnologías”.