Bilbao - Miembros de Asovitur, Asociación de Viviendas Turísticas de Bizkaia, mostraron ayer su “indignación” ante la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobada por el Ayuntamiento de Bilbao durante el pleno del jueves. Desde la asociación de propietarios de este tipo de alojamientos alternativos aseguraron que impugnarán el nuevo reglamento urbanístico, al considerar que es “contraria a todos los intereses de los bilbainos”. No compartieron la misma opinión los integrantes de la plataforma SOS Alde Zaharra, quienes boicotearon la rueda de prensa convocada por los dueños, a los que acusaron del incremento del precio de los alquileres del barrio.

Según señaló Álvaro Crespo, presidente de Asovitur, la reforma llevada cabo por el Consistorio de Bilbao va contra la “libre competencia”, tal y como ya señaló en un informe la Autoridad Vasca de la Competencia. Dicha modificación de la normativa pretende restringir el alquiler de pisos turísticos a las primeras plantas de las comunidades y, en el caso del Casco Viejo y Bilbao La Vieja, solo permite uno por edificio. En palabras de Crespo, la administración local se “ha escudado” en la masificación y en las molestias vecinales que genera la actividad. Sin embargo, desde Asovitur alegaron que ninguna de estas dos circunstancias se dan en la actualidad, ya que en total hay alrededor de 300 pisos turísticos y el año pasado se recogieron nueve quejas vecinales.

En cualquier caso, Crespo aseguró que el ordenamiento posee “multitud de herramientas” para evitar las posibles molestias generadas por los pisos turísticos. “La ley de propiedad horizontal ya contempla la posibilidad de cerrar un piso en el caso de que se den actividades ilícitas o molestas”, señaló. A su vez, el portavoz de los propietarios argumentó que “no se trata de una actividad económica asimilable a un hotel”, ya que “se trata de alquilar una vivienda”. En ese sentido, defendió que “el alquiler es un derecho constitucional de todo propietario”. Por ello, manifestó que es un “absoluto despropósito” que ese derecho “se vulnere”.

Por otro lado, el presidente de Asovitur consideró incongruente que a diferencia de los viviendas turísticas, las habitaciones para uso turístico estén permitidas al haber quedado fuera de la regulación municipal. “Nos encontramos con que se pueden alquilar cuatro habitaciones por separado en una misma vivienda, pero no una vivienda completa”, evidenció. “No tiene ningún sentido”, concluyó el abogado encargado de defender los intereses de los propietarios. Por ello, aseguró que se trata de una modificación que “carece de justificación”.

Asimismo, señaló que muchos propietarios y emprendedores han realizado “inversiones importantes” para poder llevar a cabo esta actividad que “crea muchísima riqueza”. En ese sentido, apuntó que los propietarios de los pisos contribuyen a la Hacienda foral y que la llegada de visitantes revierte en el tejido empresarial local.

Protesta vecinal Al término de la rueda de prensa, celebrada en un ambiente tenso, los miembros de la plataforma SOS Alde Zaharra mostraron su crispación alzando pancartas con eslóganes como Auzoa ez dago salgai o Pisu turistikoek etxebizitzak garestitzen dituzte. Varios jóvenes tomaron la palabra para manifestar que la imposibilidad de emanciparse en el barrio donde se han criado, el Casco Viejo, está relacionada con el incremento de los precios de los alquileres provocado por el auge de los pisos turísticos. Los propietarios se defendieron alegando que, en muchos casos, esta actividad les reporta un extra para hacer frente a hipotecas o gastos cotidianos, que no sonespeculadores con varios pisos en posesión.