Bilbao - Todo apunta a que el creciente número de visitantes que recala en Bilbao volverá a proporcionar cifras de récord. Se trata de un verano en el que la polémica sobre el turismo desatada en diferentes ciudades del Estado también ha planeado sobre la villa. De hecho, uno de los puntos más controvertidos de este debate, el de los pisos turísticos, centrará el Consejo Asesor de Planeamiento que el Ayuntamiento de Bilbao celebrará el próximo día 19. Sin embargo, no será el único escenario en el que se deliberará sobre el modelo turístico deseado, ya que los grupos políticos de la oposición trasladarán sus inquietudes al respecto mediante diversas proposiciones en el pleno que tendrá lugar el día 28.
Fuentes municipales aseguran que el objeto del Consejo Asesor de Planeamiento será adecuar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) a la Ley de Turismo del Gobierno vasco, aunque no se prevé que haya modificaciones significativas, puesto que la normativa municipal ya contempla la existencia de este tipo de actividades económicas. Eso sí, siempre y cuando no sobrepasen un primer piso. “No hay interés de modificar ese criterio”, aseguraron. De esa forma, se adecuará la terminología para actualizar el PGOU que es de 1995. Posteriormente, la modificación deberá pasar por junta de gobierno y, después, deberá debatirse en el pleno.
A finales de agosto, el alcalde, Juan Mari Aburto, reconoció que ya se había clausurado algún apartamento turístico por incumplir la normativa que indica que solo pueden situarse en un primer piso. Una condición a la que en la zona del Casco Viejo, por su carácter especial, se suma el requisito de que no pueda haber más que un piso registrado por portal. Para asegurar que se cumplen las limitaciones, el Gobierno vasco está coordinado con el Consistorio de Bilbao. Según el protocolo existente, las solicitudes de inscripción que entran en el registro de Lakua -trámite que permite que los pisos turísticos salgan de la clandestinidad- deben ser cotejadas con el Ayuntamiento antes de ser aprobadas.
Lejos de las cifras alcanzadas en Donostia -cuyo Ayuntamiento se ha visto obligado a limitar el número de viviendas turísticas a través de una ordenanza que podría abocar al cierre de más de 200 alojamientos de este tipo en la Parte Vieja-, fuentes municipales bilbainas insisten en que la actividad de estos apartamentos en la villa, por el momento, no es alarmante. Hasta la fecha, el Departamento de Alfredo Retortillo ha dado luz verde a 544 pisos turísticos en Bizkaia, donde algo más de la mitad se encuentran en la capital. No obstante, solo en la página web Airbnb, uno de los portales más populares para el alquiler de estos alojamientos, se ofrecen más de 300 anuncios solo en Bilbao.
Tasa turística La preocupación sobre la necesidad de controlar este tipo de alojamientos se ha instalado entre los grupos de la oposición del Consistorio bilbaino. De hecho, EH Bildu presentará en el próximo pleno una propuesta para la creación de un registro de alojamientos turísticos al que pueda acceder la ciudadanía. Según expone la portavoz de la coalición abertzale, Aitziber Ibaibarriaga, ante la proliferación de este tipo de apartamentos “los vecinos se sienten desamparados al no saber si estos cumplen o no con la normativa”. Por ello, abogan por un registro accesible desde la web municipal en el que consten los pisos que hayan legalizado su situación.
En relación a ello, desde Udalberri se muestran aún más tajantes al considerar que la Ley de Vivienda, la Ley de Turismo “no desarrollada” y las ordenanzas municipales, “no son capaces de atajar el alquiler de pisos no autorizados”. Por ello, “mientras no exista un registro”, abogan por “una moratoria”.
La proposición de EH Bildu en relación a los pisos turísticos solo es la punta del iceberg de la importancia que cobrará el turismo en el próximo pleno, para el que todos los partidos de la oposición han preparado al menos una moción relacionada con este debate.
En el caso de Udalberri a través de una de sus propuestas pretenden que el Ayuntamiento bilbaino inste al Gobierno vasco a regular la actividad de visitas guiadas así como a “acabar con la precariedad laboral inherente al sector”. Se trata de una petición que el grupo municipal cree necesaria ante la proliferación de las visitas guiadas realizadas por personas no profesionales del sector, “sin precios estipulados y fuera de la legislación vigente”. El planteamiento podría recabar el respaldo unánime de todos los partidos, que habitualmente se muestran favorables a colaborar en el desarrollo de las leyes vascas.
Teniendo en cuenta los antecedentes, menos suerte podría correr la segunda de las propuestas de Udalberri, que se centrará en solicitar una ecotasa turística, “con el objetivo de ser una fuente adicional de financiación municipal destinada a la promoción turística de Bilbao”. De esa forma, la coalición liderada por Carmen Muñoz pretende “establecer a tiempo en Bilbao un modelo turístico sostenible, que crezca de forma equilibrada, evitando las problemáticas que ya se dan en otras ciudades del estado donde el turismo masificado y descontrolado se ha convertido en un problema institucional y social”.
Esta propuesta fue dada a conocer a finales de julio, fecha en la que Xabier Ochandiano, concejal de Desarrollo Económico, manifestó el sentir del equipo de gobierno al respecto: “Podemos entender que quizás en otros lugares donde el turismo esté generando algún tipo de dificultad aborden este asunto, pero entendemos que en Bilbao no se da esta circunstancia, por lo que como equipo de gobierno no nos lo planteamos”. La medida tampoco pareció satisfacer al resto de los grupos. Mientras el PP mostró su rechazo sin ambages, EH Bildu y Goazen Bilbao consideraron que hay otras prioridades en relación al turismo.
Consignas públicas En el caso del PP presentarán una proposición para promover un proyecto piloto con el fin de “instalar consignas públicas en varios puntos de la ciudad para que los visitantes de Bilbao puedan dejar su equipaje con seguridad durante unas horas”. Los populares defenderán que en la actualidad solo hay consignas en Termibus, además de los hoteles que ofrecen la opción de guardar el equipaje a los clientes tras haber pernoctado. Sin embargo, afirman que no hay alternativas para el resto de las personas que visitan la ciudad un día.
Por otra parte, el PP tratará que el Consistorio muestre su apoyo al sector turístico tras la “campaña radical” promovida por Ernai este verano. En Bilbao, concretamente, realizaron pintadas contra la sede de Basquetour. La coalición capitaneada por Luis Eguiluz buscará que el pleno acuerde, entre otras cuestiones, “condenar los actos violentos contra los intereses turísticos”, además de “rechazar las actuaciones coactivas realizadas por las juventudes de la izquierda abertzale”.
Desde un punto de vista más general, Goazen Bilbao apoyará “convocar un foro para discutir sobre el modelo de turismo y elaborar un plan integral con medidas que eviten los problemas que genera la burbuja turística en otras ciudades”. Se trata de una labor similar a la que actualmente realiza la Mesa de Turismo de Euskadi, donde están incluidas las diferentes instituciones vascas -también el Consistorio bilbaino- y los agentes privados del sector.