Bilbao - El Palacio Euskalduna ha empezado ya a buscar el nuevo operador que se haga cargo, a partir de 2018, del restaurante de alta cocina que hasta finales de este año está capitaneado por Fernando Canales. El espacio de congresos ha sacado a concurso la gestión del espacio, que contará con una terraza cubierta, reducirá ligeramente su capacidad hasta unos 80 comensales y renovará completamente su imagen. Su alquiler costará un mínimo de 200.000 euros al año.

El cocinero Fernando Canales, al frente del Etxanobe durante 18 años, cerrará las puertas del restaurante el próximo 31 de diciembre para embarcarse en un nuevo proyecto gastronómico. El Palacio Euskalduna ha sacado a concurso ya la gestión del espacio, que no llevará el nombre de Etxanobe, pero que seguirá siendo un restaurante de alta cocina, en el que la calidad y el mejor servicio seguirán siendo sus principales características. “El nuevo operador deberá mostrar una cocina vasca, sofisticada, moderna, de calidad y vanguardia, pero que represente también cómo tratamos el producto, cómo trabajamos con los productores locales y la relación tan cercana que se da entre el mar y la tierra en nuestro territorio”, avanzó el director general del Palacio, Andoni Aldekoa, cuando se anunció el cierre del restaurante actual. “Hay una buena cuna de cocineros en Bizkaia y esperamos ser atractivos para que quieran desarrollar sus proyectos empresariales aquí”, confió.

Después de que Canales cierre Etxanobe, el restaurante será redecorado durante los meses de enero y febrero, de tal forma que el nuevo operador pueda empezar a funcionar a partir de marzo. Se dotará al espacio de una nueva imagen, adecuada al nuevo proyecto gastronómico, y se realizarán las obras necesarias para dotar a la terraza del restaurante de una cubierta. Aunque reducirá ligeramente su capacidad actual -de 114 a unos 80-de común acuerdo con el Palacio Euskalduna se podrán incorporar nuevos espacios para ampliar el servicio de restaurante gourmet.

Los futuros gestores del restaurante deberán ser titulares de un establecimiento de alta cocina en la actualidad y tener una experiencia mínima en restauración de 10 años, preferiblemente en restaurantes con estrellas Michelin en su palmarés. Se valorará que su propuesta gastronómica conjugue la creatividad, la innovación y la tradición de la cocina vizcaina, y que se prioricen los productos del territorio. También se pedirá, por ejemplo, que el personal pueda atender al menos en euskera, castellano e inglés, y que su carta también esté en estos idiomas.

El contrato se firmará por cuatro años, prorrogable por dos más, y el canon será de un 16% de los ingresos, con un mínimo de 200.000 euros anuales.